The Who no es solo una banda; es el sonido del rock and roll en pleno colapso. Desde su formación en 1964 en Londres, el cuarteto compuesto por Roger Daltrey (voz), Pete Townshend (guitarra y cerebro), John Entwistle (bajo) y Keith Moon (batería) fue la encarnación del movimiento Mod británico, con un estilo que ellos mismos definieron como «Maximum R&B». A diferencia de sus contemporáneos, The Who decidió que la música no era suficiente: tenía que ser una carnicería total. Sus presentaciones en vivo se convirtieron en mitos de caos controlado que incluían a Townshend golpeando su guitarra contra los amplificadores, Daltrey revoleando el micrófono como un lazo y Moon destrozando su batería con una energía maníaca. Este acto de destrucción de instrumentos, que nació de un accidente, se convirtió en su firma visual y un grito de guerra contra el establishment.
El genio detrás del caos era Pete Townshend. Mientras Daltrey aportaba la agresividad callejera, Townshend elevaba el rock a un plano intelectual y conceptual. Su canción «My Generation» (1965), con una energía punk, capturó la frustración adolescente y la convirtió en un manifiesto. Con la obra Tommy (1969), Townshend creó la primera gran ópera rock de la historia, la saga de un niño ciego, sordo y mudo que se convierte en una figura mesiánica. Este álbum no solo fue un éxito comercial, sino que se ganó el respeto de la crítica mundial por su ambición narrativa. Discos posteriores como Who’s Next (1971) y Quadrophenia (1973) consolidaron su sonido, mezclando el hard rock con la experimentación de sintetizadores, dando vida a canciones fundamentales como «Baba O’Riley» y «Won’t Get Fooled Again».
Los excesos personales del grupo eran tan viscerales como su música. El abuso de drogas y alcohol se cobró un precio terrible: Keith Moon, la figura más explosiva y anárquica de la banda, murió a los 32 años en 1978 a causa de una sobredosis accidental, marcando la primera gran pérdida de la formación clásica. El bajista, John Entwistle, conocido como The Ox, murió en 2002 un día antes del inicio de una gira, también a causa de un ataque al corazón provocado por el uso de sustancias. A pesar de las muertes, las batallas de egos (Daltrey y Townshend a menudo resolvían sus diferencias a puñetazos) y los problemas de audición de Townshend, The Who se ha negado a desaparecer. Los dos miembros originales supervivientes, Roger Daltrey y Pete Townshend, siguen girando. El legado de The Who es el de una banda que vivió la intensidad de su música hasta las últimas consecuencias. Fueron los que hicieron del caos un arte y nos enseñaron que el rock, en su máxima expresión, es un espectáculo total.








