Hablar de Soda Stereo es hablar de una verdadera revolución musical. Surgida en Buenos Aires a principios de los años 80, la banda integrada por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti marcó un antes y un después en el rock latinoamericano. Su sonido innovador, estética vanguardista y letras poéticas los convirtieron en un fenómeno sin fronteras, abriendo el camino a toda una generación de músicos en América Latina.
El grupo nació en 1982, cuando Cerati y Bosio, compañeros en la Universidad del Salvador, comenzaron a experimentar con influencias de new wave británico y post punk. Con la llegada de Alberti en la batería, se consolidó la química perfecta del trío, caracterizada por guitarras envolventes, sintetizadores y una sólida base rítmica.
En 1984, lanzaron su primer disco homónimo, “Soda Stereo”, que llamó la atención de la juventud argentina. Sin embargo, fue con “Signos” (1986) y, especialmente, con “Doble Vida” (1988) y “Canción Animal” (1990) cuando alcanzaron la cima continental. Canciones como Persiana americana, De música ligera, En la ciudad de la furia y Nada personal se convirtieron en himnos generacionales.
La gira “El Último Concierto” (1997) marcó su despedida oficial, con la icónica frase de Cerati: “Gracias… totales”. Esa noche en Buenos Aires quedó grabada como uno de los momentos más emotivos del rock en español.
En 2007, Soda Stereo regresó con la gira “Me verás volver”, reuniendo a millones de seguidores en América Latina y cerrando un ciclo que consolidó su legado.
Aunque Gustavo Cerati falleció en 2014, su voz y música siguen vivas. Soda Stereo no solo cambió la manera de hacer rock en español, sino que también construyó un puente cultural que todavía resuena en cada acorde.
