De un fenómeno familiar a una estrella individual
Los Jackson 5 se convirtieron en un fenómeno de la noche a la mañana. Tras ganar un concurso de talentos en el Teatro Apolo de Harlem, llamaron la atención del legendario sello Motown, que los bautizó.
Con éxitos como «I Want You Back,» «ABC,» y «I’ll Be There» (todos número uno en la lista Billboard Hot 100), la boy band familiar dominó las listas a finales de los sesenta y principios de los setenta. Michael, con su energía inagotable y su voz de tenor juvenil, era indiscutiblemente la estrella.
El deseo de independencia artística
Sin embargo, el niño prodigio creció. Atrapado en la fórmula pop azucarada de Motown, Michael sintió que el grupo se estancaba, mientras su genio individual clamaba por libertad.
El quiebre definitivo se dio a finales de los setenta, cuando se alió con el productor Quincy Jones. El resultado fue Off the Wall (1979), el manifiesto de la independencia de Michael.
Canciones como «Don’t Stop ‘Til You Get Enough» y «Rock With You» lo establecieron como un artista solista adulto, una fuerza del funk y el disco que ya no era un niño, sino el futuro rey del pop. Había dejado atrás a sus hermanos, pero la verdadera conquista del mundo apenas comenzaba.
La madurez de un artista
La transición de Michael a la adultez musical fue dramática. Con 21 años, ya no podía seguir cantando canciones sobre deletrear el abecedario.
Su voz había madurado, volviéndose más profunda y versátil, y sus aspiraciones musicales se dirigían hacia la sofisticación de la música disco y el R&B adulto.
Romper con Motown y con su padre fue una declaración de independencia artística que lo obligó a definirse por sí mismo.
La alianza con Quincy Jones
La colaboración con Quincy Jones, un titán de la producción, fue el catalizador perfecto. Jones supo canalizar el perfeccionismo obsesivo de Michael, dirigiendo su talento hacia un sonido moderno, bailable y bicultural, que rompió las barreras raciales que aún imperaban en las emisoras de radio estadounidenses.
El éxito de Off the Wall demostró que Michael Jackson era una fuerza en solitario lista para la historia.
La antesala del reinado
Michael había demostrado que el talento no se compartía. Tras separarse de su familia en el ámbito profesional, se preparó para un acto en solitario que cambiaría la música, la moda y la televisión para siempre.
MAÑANA: El Rey del Pop se sienta en el trono.
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