La serie Stranger Things de Netflix no solo cautivó a la audiencia con su nostalgia ochentera y su narrativa de ciencia ficción, sino que se consolidó como un fenómeno cultural gracias a su banda sonora y su cuidadosa selección musical. La música no es un mero acompañamiento; es un personaje esencial que evoca la década de 1980 y amplifica el terror y la emoción del Upside Down.
El Corazón Sintético: La Banda Sonora Original
El sonido característico de la serie proviene del score original creado por Kyle Dixon y Michael Stein (miembros de la banda electrónica S U R V I V E). Este trabajo se distingue por revivir el synthwave y los tonos ambientales oscuros, típicos de los cineastas de los 80 como John Carpenter. Este score cumple dos funciones clave: Nostalgia Pura, al utilizar sintetizadores analógicos y crear una atmósfera que recuerda a películas clásicas como Encuentros Cercanos del Tercer Tipo y E.T., y Tensión Ambiental, donde las melodías minimalistas y profundas generan una sensación constante de inquietud y misterio que subraya la amenaza del Mundo del Revés. El tema principal de la serie, con su arpegio hipnótico, se ha convertido en un ícono de la televisión moderna.
La Revitalización de los 80: Música Licenciada
Más allá del score original, Stranger Things es famosa por su uso magistral de canciones icónicas de la década. La serie ha actuado como una «máquina del tiempo musical», reintroduciendo himnos del pop, rock y new wave a una nueva generación. El ejemplo más notable de este fenómeno es el «Efecto Stranger Things»: la canción «Running Up That Hill» (Kate Bush), utilizada como elemento clave de la trama en la cuarta temporada, experimentó un resurgimiento global, alcanzando los primeros puestos de las listas mundiales. De igual forma, «Master of Puppets» (Metallica), cuya inclusión en el clímax de la cuarta temporada, tocada por el personaje Eddie Munson, impulsó el clásico del heavy metal a las listas de éxitos contemporáneas. Otros éxitos utilizados para ambientar emocionalmente la serie incluyen temas de The Clash, The Police y Madonna, encapsulando perfectamente el espíritu de la época.
La música en Stranger Things es, en esencia, la columna vertebral de su identidad, fusionando la tecnología sintética de terror con la alegría y la potencia del pop de la era Reagan.










