El grupo Boston es una banda fundamental del rock de estadio (Arena Rock) y hard rock melódico de la década de 1970, caracterizada por su sonido distintivo conocido como el «sonido Boston». Su éxito no se basó en giras interminables, sino en una innovación crucial en el estudio de grabación, liderada por su fundador y principal compositor, el ingeniero Tom Scholz.
Tom Scholz no era un músico tradicional; era un ingeniero graduado del MIT que trabajaba en Polaroid. Esta formación le permitió aplicar un enfoque metódico y obsesivo a la música, lo que fue la principal innovación de la banda. La metodología de Scholz se centró en la ingeniería de estudio casero: pasó años construyendo su propio estudio de grabación de alta fidelidad en el sótano de su casa en Massachusetts. Usó sus conocimientos de ingeniería y equipos comprados con sus ganancias para crear un sonido que no podía lograr en un estudio comercial. Este «sonido Boston» se definió por la mezcla de la instrumentación del hard rock (guitarras pesadas y riffs potentes) con la sensibilidad melódica del pop/rock clásico, destacando sus capas de guitarra (grabando múltiples pistas armonizadas para un sonido masivo) y las armonías vocales únicas de Brad Delp. Además, Scholz diseñó y construyó efectos electrónicos únicos para la guitarra, que luego comercializaría con la marca Rockman.
El álbum homónimo de debut de Boston (1976) es un hito de la innovación. Fue grabado casi en su totalidad por Scholz (tocando la mayoría de los instrumentos) y Delp (voz) en el sótano. A pesar de años de rechazo por parte de las discográficas, Epic Records finalmente les dio un contrato. La discográfica insistió en que grabaran en un estudio profesional, pero Scholz regrabó la mayor parte del material de sus demos en su sótano para preservar la calidad y el sonido exacto que había perfeccionado. Este debut se convirtió en uno de los álbumes más vendidos de la historia (generando éxitos como «More Than a Feeling» y «Peace of Mind»), demostrando que la calidad de producción podía competir, y a menudo superar, a las grabaciones hechas en grandes estudios.






