Dentro del vasto repertorio que ha definido la identidad de Metallica, existe una pieza que, aunque nació como un tributo, terminó por convertirse en un pilar fundamental de sus presentaciones en vivo: «Am I Evil?»
Originalmente compuesta por la banda británica Diamond Head en 1980, esta canción fue adoptada por James Hetfield y Lars Ulrich para ser incluida como un lado B en el sencillo de Creeping Death (1984). Con el tiempo, su relevancia fue tal que se integró formalmente en las reediciones del álbum debut Kill ‘Em All, consolidándose como un himno del thrash metal.
La estructura de la canción, con su marcha rítmica inicial inspirada en «Mars» de Gustav Holst y su explosivo cambio de velocidad hacia el final, permitió a Metallica demostrar su capacidad para reinterpretar el Heavy Metal tradicional con una agresividad renovada. La letra, que explora temas oscuros de venganza y herencia familiar, encajó perfectamente con la estética sombría que la banda buscaba proyectar en sus inicios.
El impacto de esta pieza fue tan profundo que James Hetfield ha declarado en múltiples ocasiones que, sin la influencia de Diamond Head, el sonido de Metallica simplemente no existiría. La ejecución de los solos de guitarra, originalmente creados por Brian Tatler y refinados por Kirk Hammett, se convirtió en una cátedra de técnica y velocidad que inspiró a miles de músicos durante la década de los ochenta.
Incluso en las giras más recientes, como la actual M72, la sombra de este clásico sigue presente. La canción no es solo un cover, sino un testamento de la gratitud de la banda hacia sus raíces, manteniendo viva la llama de la New Wave of British Heavy Metal en cada escenario que pisan, recordándonos que, en el mundo del metal, el respeto por el pasado es lo que forja la fuerza del futuro.










