Haciendo a un lado el pensamiento romántico de unión y hermandad que daré por sentado y sólo poniendo atención a los datos que de verdad integran una región como son los económicos, podemos analizar si de verdad México podría liderar una integración regional como la propuesta por el presidente.
Desde el punto de vista de la geopolítica, México ha comenzado a tener un papel más protagónico en términos políticos, que no necesariamente se ha traducido en influencia, sino que en algunos casos se ha quedado en simple estridencia.
A la presente administración se le ha criticado esta manera de llevar las relaciones internacionales, recordemos que desde el principio se desmanteló el sistema de promoción de bienes y servicios que México ofrecía al mundo, y que le situaban en el sexto lugar internacional en atracción turística, por ejemplo. En general esta administración ha desconcertado a países y grupos étnicos con los que México sostenía una relación cordial y estable, recordemos los desatinos con el gobierno y el empresariado español, los improperios al pueblo judío y los altibajos con los gobiernos de Argentina, Perú, Guatemala y recientemente Brasil.
Opinar no está mal, pero hay que saber ser constructivos en términos de creación de sinergias, y si la opinión es a nivel de jefes de estado el tema de opinión, se vuelve fondo.
En 2020 el Banco Mundial, reportó que el 78% del PIB en nuestro país fue producto del comercio exterior, México depende considerablemente de sus relaciones comerciales principalmente con Estados Unidos, que representa más de tres cuartas partes de las exportaciones del país; la UE es el 6.7% y Canadá el 4.4%. Por el lado de las importaciones, de nuevo Estados Unidos representa 54.4% (la mitad de lo que importamos), China el 14.4%, la UE 11.3% y Japón 2.9%.
México cuenta con 13 tratados de libre comercio con 50 países, entre los que Latinoamérica no es excepción. Algunos de los más importantes son:
Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífica (CPTPP) donde se encuentran Chile y Perú; Alianza Pacífico con Chile, Colombia y Perú; Tratado de Libre Comercio entre México y Centroamérica con El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Los últimos datos publicados sobre las exportaciones e importaciones de México a países de Latinoamérica los encontramos en el Observatorio de Complejidad Económica del MIT con cifras del 2019. Ahí se muestra que los socios comerciales más importantes de México en la región son: Brasil, Colombia, Chile, Perú, Argentina, Estos cinco países recibieron de México exportaciones con un valor de 14 mil 900 millones de dólares en 2020, no es mucho, pero le abona a la actividad económica de ambos lados de la interacción.
Por todo esto valdría la pena que México moderara sus relaciones políticas con el mundo y en especial con socios que le permitan el crecimiento tan anhelado no sólo aquí, sino en el resto de la región.
La verdadera integración de América Latina, no se puede dar sin ceder soberanía, tal como sucedió en la Unión Europea, sin garantizar la democracia y sin seguridad jurídica y operativa en toda la región.
América Latina tiene los mismos problemas de migración que Europa con las regiones de África y Asia, pero además agravadas con mayor corrupción, narcotráfico y recalcitrante pobreza.
Con la llegada del Sr. Biden, algunos economistas esperamos que se llegue al arreglo idóneo para no entrar en los paneles del TMEC; es decir, en que los socios comerciales sancionen a México por el incumplimiento de las reglas establecidas, acordadas y firmadas de dicho marco.
Ojalá que para cuando usted lea estas sencillas líneas podamos celebrar que México se ajustó al comportamiento mínimo esperado de un documento como el TMEC y podamos ver un horizonte halagüeño para éste 2023, que tanta falta nos hace.
Aprovecho para desearle buenos y prósperos negocios en éste año que comienza.
Mario Alberto Metacoach
Twitter @mhmetacoach