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La detección de un gas en la atmósfera de Venus podría cambiar la visión que los científicos tienen de un planeta que durante mucho tiempo se pasó por alto en la búsqueda de vida extraterrestre.
En lo más alto de la atmósfera tóxica del planeta Venus, los astrónomos de la Tierra han descubierto señales de lo que podría ser vida.
Si este descubrimiento se confirma con más observaciones telescópicas y futuras misiones espaciales, los científicos podrían desviar la mirada hacia uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno. Venus , llamado así por la diosa romana de la belleza, arde a temperaturas de cientos de grados y está cubierto de nubes que contienen gotas de ácido sulfúrico corrosivo. Pocos se han fijado en ese planeta rocoso como un hábitat donde pudiera existir vida.
Los astrónomos, quienes informaron sobre el hallazgo ,no han recolectado especímenes de microbios venusinos, ni tampoco han tomado ninguna foto de ellos. Sin embargo, con telescopios poderosos, han detectado un químico —Fosfina— en la espesa atmósfera de Venus. Después de muchos análisis, los científicos afirman que solo una forma de vida actual puede explicar la fuente del químico.
Algunos investigadores cuestionan esta hipótesis y en cambio sugieren que el gas podría ser producto de un proceso geológico o atmosférico inexplicable en un planeta que sigue siendo misterioso.
Sarah Stewart Johnson, científica planetaria y directora del Laboratorio Johnson Biosignatures en la Universidad de Georgetown, quien no participó en el estudio, dijo que “recientemente se ha hablado mucho sobre la fosfina como un gas que es una firma biológica en los exoplanetas”, refiriéndose a la búsqueda de vida en mundos que orbitan otras estrellas. “Es genial que se haya encontrado en Venus”.
Venus, a menudo llamado el gemelo de la Tierra, tiene casi la misma masa de nuestro planeta. Muchos científicos creen que Venus alguna vez estuvo cubierto de agua y poseía una atmósfera donde pudo haber florecido la vida como la conocemos.
En la actualidad, el segundo planeta más cercano al Sol tiene una atmósfera asfixiada por dióxido de carbono en su forma gaseosa y temperaturas en la superficie que promedian más de 460 grados Celsius. La densa atmósfera de Venus ejerce una presión de más de 91 kilos por centímetro cuadrado en cualquier parte de la superficie. Esa cantidad es 90 veces el kilogramo por centímetro cuadrado al nivel del mar en la Tierra, o el equivalente a estar 914 metros bajo el agua en el océano.
Aunque la superficie de Venus es como un alto horno, una capa de nubes ubicada a tan solo 50 kilómetros por debajo de la parte más alta de su atmósfera puede alcanzar temperaturas mínimas de hasta 30 grados Celsius y tiene una presión similar a la del nivel del suelo en la Tierra. Muchos científicos planetarios, entre ellos Carl Sagan y Harold Morowitz, quienes propusieron la idea hace 53 años, han planteado la hipótesis de que podría haber vida allá.
El hallazgo forma parte de una historia de detecciones de gases en otros mundos que pueden ser subproductos de la vida. Pero estos gases, como las emanaciones de metano y oxígeno en Marte, también pueden ser producidos por reacciones químicas que no involucran vida en absoluto. Hasta ahora, estas señales han sido intrigantes