Vacunas de COVID-19 en niños y jóvenes. Regreso a clases
Pandemia SARS-CoV-2. Variante delta
Dr. Rodrigo Miguel González Sánchez (Colaboración especial)*
Fotos: Martín Escamilla y pixnio.com Ilustración: Fernanda Ríos Mayorga
A un año y seis meses del inicio de la pandemia en nuestro país, hemos aprendido muchas lecciones de una enfermedad nueva, una enfermedad que nos ha hecho sentir vulnerables como humanidad, que propone como principal lección, el aprender la corresponsabilidad social; es decir, soy responsable por ti y tú eres responsable de mí.
Como médicos nos ha recordado que las enfermedades infecciosas además pueden ser inmunológicas, que la modulación en las respuestas del sistema inmune debe tener un equilibrio adecuado para que tanto los factores de inflamación, como los de anti-inflamación, sean equilibrados; sin predominar unos sobre otros, para que no se genere deterioro del organismo.
Es una enfermedad que no sólo afecta la célula epitelial respiratoria como las otras enfermedades virales, sino que, además afecta a la célula endotelial que recubre todos los vasos sanguíneos del cuerpo, convirtiéndola en una enfermedad multisistémica, que afecta diversos órganos, además del aparato respiratorio; y que tiene la capacidad de generar secuelas en cerca del 40% de los pacientes que la han padecido.
La variante delta una mutación del virus SARS-CoV2, que se ha tornado la cepa predominante durante la tercera ola en nuestro país, muestra mayor contagiosidad (40-60% mayor) que las otras cepas, mayor carga viral los primeros días de la enfermedad, menor sensibilidad a las vacunas, con un cuadro clínico de la misma severidad hasta este momento que las otras variantes.
Las estadísticas encontradas en México son escalofriantes: se tiene un registro actualmente de 3 millones 175 mil 211 casos detectados (hasta la mañana del sábado 21 de agosto), con un total de defunciones de 251 mil 319 (7.9% de letalidad).
La enfermedad por SARS-CoV2 en niños muestra un panorama más alentador, pues se han confirmado en el lapso de un año y medio, un total de 60 mil 928 casos (1.9% del total) en todo el territorio nacional, cifra que se distribuye por edades (11 mil 382 en menores de 5 años, 14 mil 526 de 6 a 11 años y 35 mil 20 de 12 a 17 años), con 613 defunciones registradas hasta el momento (278 en mujeres y 335 en hombres), de acuerdo a datos tomados del SIPINNA (Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes).
En Querétaro a 18 meses del inicio de la pandemia, se han detectado 78 mil 630 casos totales (2.4% del total de México), 4 mil 930 defunciones en adultos (1.9% del total nacional) y 2 mil 704 casos en niños (4.4% del total), con menos de 5 defunciones en menores de edad en la entidad por SARS-CoV-2.
Durante la tercera ola de COVID (últimos 70 días) en México ya con el predominio de la variante delta (del comienzo de junio a la fecha), se han hospitalizado a mil 343 niños, 19 cada día a nivel nacional. De los niños hospitalizados se intuban el 5% y fallecen el 4.3% según reportes de los hospitales de tercer nivel de atención.
En Querétaro se han hospitalizado 26 niños en los últimos 70 días por COVID-19 y han fallecido 2.
La vacuna para COVID- 19, en base a ARN (Pfizer) presenta un 95% de protección de enfermedad para la variante alfa, y casi 100% para enfermedad y muerte; demuestra una protección de 88% para la variante delta en un estudio publicado este mes de agosto por el New England Journal of Medicine.
La vacuna de vector viral Adenovirus (Astra-Zeneca) presentan una protección de 67% para la variante delta en este mismo estudio, con una protección mayor para enfermedad grave, hospitalización y muerte, por lo que también es una vacuna confiable. Otras vacunas no referidas en este estudio también han demostrado efectividad adecuada para la variante delta.
Se ha planteado la posibilidad de que las vacunas que usan al adenovirus como vehículo, pueden estimular en mayor medida la inmunidad a través de la célula CD8 e inmunidad Th1, por la respuesta inmune antivirus, prolongando la protección de las mismas, por la estimulación de los linfocitos T de memoria en mayor medida, aunque esto falta tiempo por corroborarse.
La aplicación de 2 vacunas diferentes para completar un esquema (por ejemplo una vacuna de ARN y una de vector viral) ha demostrado en estudios preliminares ser una estrategia efectiva, porque genera cerca del 90% para protección de enfermedad, hospitalización y muerte.
El estudio en particular se realizó con la vacuna Pfizer + Astra Zeneca. Otras combinaciones no han sido estudiadas tan ampliamente, e incluso se ha desalentado la aplicación de dos vacunas de la misma tecnología, por elevar el riesgo de presentar trastornos en la coagulación
Para la inmunización en niños de 12 a 18 años se ha estudiado únicamente la vacuna de Pfizer, ha sido recientemente autorizada por la FDA en EUA y por la Cofepris en México, para su uso de emergencia. Se han detectado algunos efectos adversos raros e infrecuentes como miocarditis y pericarditis, así como algunas reacciones anafilácticas en ese grupo etareo, aunque estas consideraciones no limitan su aplicación a esta edad.
Aún no se considera su aplicación en nuestro país. La vacuna de Pfizer es una vacuna segura en términos generales para niños saludables. Además, se ha comenzado con el proceso de investigación para su aplicación en grupos de niños de 6 a 12 años, aún pendiente la autorización para su uso en este grupo de edad.
El regreso a clases plantea un reto; recordemos lo que el lema de la enfermedad “Corresponsabilidad social” propone: que la responsabilidad de los padres de familia, los alumnos y las escuelas, sea una sinfonía armónica de seguimiento de normas precisas, emitidas por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La importancia del regreso a clases presenciales resulta de la alteración en el neurodesarrollo de algunos niños que atendemos habitualmente en la consulta, la ansiedad y las alteraciones emocionales que han hecho presa a nuestros jóvenes sobre todo; y que sólo la convivencia normal con sus pares y el encontrarse a cargo de cuidadores primarios calificados, les podrá restituir.
Todos estos elementos están enmarcados por la realidad de que el COVID-19 en niños es leve, que con los grupos vulnerables y maestros vacunados, junto con la responsabilidad social de todos; podrá ser una realidad.
Algunos niños enfermos o que padezcan condiciones previas ya diagnosticadas como Sx. Down Cardiopatías, Neumopatías, Obesidad, Inmunodeficiencias o cáncer infantil, aún no deben acudir a la escuela.
Otra recomendación es no acudir a la escuela 2 semanas después de haber convivido con un caso confirmado de COVID-19. Se ha hipotetizado que los niños son poco dispersores de la enfermedad, aunque se han reportado algunos brotes reducidos en Gran Bretaña en guarderías según reportan algunos estudios.
Al final el objetivo de este escrito es que usted tenga la información.
La decisión de acudir a clases presenciales depende de lo que cada quien, decida lo mejor para su familia.
*El Dr. Rodrigo Miguel González Sánchez es Vicepresidente del Colegio Médico de Querétaro, editor del libro “Pediatría de Primer Contacto”. Expresidente del Colegio de Pediatras del Estado de Querétaro. Infectólogo Pediatra. Coordinador de IBP-CE de la Facultad de Medicina UAQ, Profesor de Pediatría en la Facultad de Medicina de la UAQ.