Escolásticas en donde Manos Artesanas Labran la Cantera
Por Ana Karen García Feregrino
En la comunidad de Escolásticas del municipio de Pedro Escobedo se comienza a trabajar la cantera en 1950, gracias al señor Pedro Aspe Sainz, quien compró la Hacienda de ese lugar. Al ver que el edificio se encontraba muy destruido, manda traer trabajadores del estado de México, viniendo entre ellos varios canteros, y también gente del poblado.
Al mirar como trabajaban la cantera para poner pisos, es como la gente se entusiasma y por su cuenta se dedica a trabajar el adoquín rectangular, hexagonal y cuadrado, utilizando marros y cinceles rústicos. También a partir de la construcción del templo en la cabecera municipal, es cuando se comienzan a explotar los bancos de cantera. De esta forma, mientras unos se dedicaron a tronar la cantera en los bancos a base de usar pólvora, otros se pusieron a trabajar en sus domicilios elaborando las piezas, y algunos más se dedicaban a buscar clientes en las ciudades vecinas. Así nace en Escolásticas el Labrado de la Cantera.
Actualmente, esta industria la ejercen más de mil personas que laboran en los más de 160 talleres ubicados en esta importante zona del municipio. Respecto a ello, Martín Tovar Camargo, uno de los principales artesanos de la región, señaló que en cada uno de los talleres se generan entre 10 y 12 empleos, lo que significa que el labrado de cantera constituye la principal fuente de empleo de las familias de esa y otras comunidades aledañas.
Para el labrado de cantera de sus obras, los artesanos utilizan como herramienta básica: el cincel, el punzón, el martillo, la escuadra y ahora también las cortadoras, escuadradoras, perforadoras y maquinaria para darle forma a todo lo circular.
En este proceso de realización de figuras, se pueden distinguir tres ramas: en el primero el cantero se dedica a hacer trabajos para construcción como columnas, pechos de paloma, cornisas, escalones, marcos, y arcos; algunos se enfocan más a la decoración, labrando fuentes, macetas, mesas de centro, comedores, distintas bases de escritorio, chimeneas, etc.; y otros con más experiencia realizan figuras de animales, figuras humanas, íconos religiosos y cualquier creación que el ingenio les permita.
Los colores de las canteras que se trabajan son: negra, gris, café y rosa (que existe en la región), pero además se trabajan otros colores como son: blanca, naranja y verde, que se traen de otros lugares de conformidad con el pedido del cliente.
Hoy, los artesanos de cantera en el municipio, han encontrado mercado a sus productos en la capital de Querétaro, parte del Estado de Guanajuato, Jalisco, Tamaulipas y Baja California, en el territorio nacional, que es donde logran colocar un porcentaje de las piezas que elaboran.
Sin embargo, también una parte importante de sus ingresos, la obtienen de la exportación de piezas únicas que son adquiridas por clientes de Texas, California, Nuevo México, así como Canadá, Sudamérica, Europa y Asia, lo que representa alrededor del 60 o 70 por ciento de la producción total.
Esta comunidad y estos ingeniosos artesanos son los que han dado fama a esta tierra.