Escribe:- Isaac Media Hernández
El homicidio de George Floyd a finales del mes pasado, por un policía “de raza blanca”, va más allá de cualquier acto xenófobo al que estamos acostumbrados. Este suceso sacó a la luz en pleno siglo XXI, el problema tan aberrante que aún vivimos. Somos parte de una sociedad violenta, sexista, machista y xenófoba, con gobiernos que no reconocen la dignidad ni los derechos de las personas. Nos hemos convertido en partícipes de fomentar y hacer crecer el odio, la burla y la humillación.
Tal parece que estamos viviendo situaciones propias de siglos y épocas pasadas, como lo es una pandemia, acciones de odio en contra de las personas de ascendencia africana o incluso un sesgo tan marcado entre la clase rica y la clase pobre al haberse perdido, en Estados Unidos, poco más de 40 millones de empleos.
Pero George Floyd fue asesinado por un agente estadounidense 244 años después de la Declaración de Derechos de Virginia.
Las protestas en contra de las acciones raciales del presidente Trump representa la sed de justicia de miles de personas que han muerto en estas circunstancias. La respuesta del gobierno norteamericano a estas manifestaciones ha sido de violencia, toda vez que las calles y edificios gubernamentales donde se desarrollan estos reclamos, fueron ocupados por la Guardia Nacional que se extienden como si de guerra se tratase, con armas largas y autos blindados.
En este contexto, hay un grave problema (tal pareciera perpetuo), que por años han sufrido, amén de las personas de ascendencia africana, los latinoamericanos que pisan suelo yanqui.
Pero México no es ajeno a estos actos de segregación, puesto que, a la par de estos sucesos, han salido a la luz videos que evidencian a nuestra policía cometer los mismos hechos.
El racismo, machismo, xenofobia o cualquier forma de discriminación, dejó de ser un problema de empatía o una lucha entre raza blanca contra negra. Es un asunto que debemos afrontar como sociedad, en donde tenemos que reflexionar nuestras actuaciones día con día, buscando siempre una justicia e igualdad social.