JOSÉ RODOLFO ARTURO VEGA HERNÁNDEZ*
“Lo más aborrecible es que se gobierne olvidando el bienestar de la gente”
CONFUCIO.Los cuatro grandes libros (479 antes de Cristo)
INTRODUCCIÓN
En mis primeros asomos en el conocimiento del Estado, Gobierno, Administración Pública, de su Función Pública y Burocracia, primero como estudiante de Derecho en Querétaro al revisar la obra del JACINTO FAYA VIESCA y luego al cursar los Estudios Superiores en Administración Pública en el INAP de España —reconocida como maestría— y con ello al escudriñar las importantes aportaciones de administrativistas españoles como las realizadas por ALEJANDRO NIETO GARCÍA me percato no sólo de la importancia del Estado, de sus poderes e instituciones, sino también y de manera relevante del Factor Humano que las pone en movimiento y que en la mayoría de los casos sólo se aborda como parte importante de la estructura estatal o gubernamental, prácticamente como uno de los factores o fuerzas del trabajo-producción, estimándose muy poco, según mi apreciación –lo que desprendo de los pocos análisis y textos publicados en comparación con los anteriores–, y en mi perspectiva, considero que en lo esencial debieran girar en torno y alrededor de la figura del Servidor Público como centro de todo el quehacer gubernamental y de manera especial en la caracterización y descripción de su Deontología, lo que puede aplicar al Servicio y la Función Pública. En efecto hay muchas referencias y buenas intenciones, lo que confirmó más tarde en la práctica profesional y en el ejercicio de mis diversas responsabilidades pública y por tanto para adentrarme con mayor intensidad en el estudio en particular de la Administración Pública de la mano de destacados mexicanos que desde una y otra perspectiva refieren ese y otros temas, por lo que me permito citar algunos ejemplos con importantes aportaciones de tres de ellos, TERESITA RENDÓN HUERTA BARRERA, GUILLERMO HARO BELCHEZ y OMAR GUERRERO, entre otros.
A partir de lo anterior, en mi desarrollo profesional, entre mi actividad académica como docente, investigador, como servidor público y sobre todo como gestor y promotor educativo al dirigir y presidir instituciones y asociaciones profesionales especializadas (locales y nacionales) dedicadas a la formación-investigación en lo “público” me adentro aún más para estudiar desde una perspectiva teórica y práctica, la problemática pública, y sobre todo para generar, desarrollar y producir cursos, talleres, diplomados, publicaciones, programas y acciones concretas que fortalezcan el quehacer gubernamental y sobre todo para enaltecer la Imagen y la Dignidad del Servidor Público de México. En mi punto de vista personal, son más los buenos servidores públicos que los malos; más allá de niveles, temporalidad y origen de los gobiernos, partidos políticos –en turno– y de los gobernantes y servidores públicos. Hago pues, recuento de algunas acciones impulsadas en el terrero público —previo diseño, estructuración, propuesta y ejecución bajo mi responsabilidad. Actividades que de alguna manera me autorizan para proponer el Código de Ética de los Gobiernos Municipales: Apuntes para Dignificar el Servicio Público Municipal que acompaño en cuerpo de este escrito y que es motivo del mismo.
Una razón poderosa que me impulsó a investigar, integrar, diseñar y proponer el Código de Ética para los Gobiernos Municipales, es sin duda la presencia y la recurrente crisis económica, política y social que se vive en México y en lo particular, la que institucionalmente presentan los Gobiernos, Poderes, Administraciones Públicas y de manera destacada de quienes dirigen el ¿Arte de Gobernar?; representantes, autoridades, directivos, servidores públicos y políticos. Hablamos de todos los niveles y formas de Gobierno, sin soslayar las situaciones que igualmente se viven en el mundo. La realidad acompañada de incredulidad y desconfianza social son producto de la ineficiencia, ineficacia, abuso de poder, nepotismo, opacidad, corrupción e impunidad con la que se han conducido muchos de nuestros gobernantes –obviaré nombres y ejemplos por no ser motivo de este análisis.