Escribe.- Lic. Roberto Jiménez Salinas
El turismo religioso en el Bajío mexicano ha estado marcado por sus hondas raíces cristianas católicas desde la época de las grandes misiones evangelizadoras de la época colonial, dichas raíces se vieron robustecidas en la lucha de Independencia y la Reforma, teniendo su culmen en la lucha Cristera que incendió a toda la región centro del País.
Con gran diferencia de los elementos clásicos que ofrece el mercado turístico, el turismo religioso se ve complementado con algo que es intangible: La Fe, la fe de un pueblo que se manifiesta en los lugares sagrados, en aquellos espacios donde la divinidad ha querido manifestar su poder, normalmente en lugares extremos en su orografía y su clima, a personas sencillas, de corazón humilde y sin ambiciones vanas.
Este sector del turismo religioso está implantado con gran fuerza, la visita a los lugares sagrados para los cristianos en el centro de México, donde se calcula que más de 20 millones de personas al año realizan algún tipo de turismo religioso lo cual a motivado a varias empresas turísticas a especializarse en este tipo de negocio para ellos ofreciendo una gran variedad de servicios al usuario. Genera riqueza en la zona cercana a Ciudades Santas, hoteles, restaurantes, servicios médicos, sanitarios, artesanías y toda clase de artículos varios que se ofertan al visitante encuentran en este tipo de turismo un sustento legítimo y prometedor.
Tan grande es el boom de este sector que la Iglesia Católica en su Conferencia Episcopal Mexicana ha incluido La Pastoral de Turismo y las Migraciones dentro de la cual se toca el turismo religioso y el Pontificio Consejo para la Pastoral de Inmigrantes e Itinerantes ha desarrollado el documento “Pastoral para la Pastoral de Turismo” donde se retoma el turismo religioso.
La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México ocupa el primer lugar Mariano de visitas en el mundo y la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en los Altos de Jalisco el tercer lugar, los dos son los centros de peregrinación Mariana más importantes de América.
En el Estado de Querétaro existen varios centros pequeños de gran referencia el Santuario de la Preciosa Sangre de Cristo en San Juan Dehedó Amealco, el Santuario de Jesusito de la Portería en San Juan del Río, la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Dolores en Soriano, Colón y ahora surge el camino de Fray Junípero Serra a las Misiones de Sierra Gorda.