Por Alma Moronatti
Puma Punku es un lugar donde uno pierde la noción del espacio y el tiempo. Este complejo de templos, ubicado cerca de Tiwanaku, Bolivia, es una de las ruinas antiguas más increíbles que se pueden encontrar en América del Sur.
Quizá el misterio más grande que rodea a Puma Punku es cómo la humanidad antigua logró transportar estos enormes bloques de piedra desde canteras ubicadas entre 10 y 100 km de distancia. ¿Cómo consiguieron realizar cortes tan precisos? ¿Cómo colocaron los bloques de manera tan perfecta? Ingenieros y constructores actuales no pueden responder ni replicar estos logros alcanzados por la humanidad de hace miles de años.
Otro misterio desconcertante en Puma Punku es el ensamblaje de las paredes. Cada piedra fue finamente cortada para encajar con las piedras circundantes, y los bloques se unían como un rompecabezas, formando uniones de carga sin el uso de mortero. La precisión desafía las habilidades de ingeniería actuales.
Esta imagen es uno de los mejores ejemplos de tecnología avanzada presente en Puma Punku. Estamos viendo bloques de andesita, un material con el que es extremadamente difícil trabajar. ¿Alguien puede explicar cómo la humanidad antigua logró tal perfección, elegancia y precisión? Creemos que este es uno de los mejores ejemplos del uso de herramientas altamente avanzadas que estuvieron disponibles para el hombre antiguo hace miles de años.
Una de nuestras imágenes favoritas de Puma Punku muestra pequeños agujeros colocados con tal perfección que resulta difícil creer que el ser humano primitivo lo haya logrado con palos y piedras.
Los bloques en forma de “H”, marca registrada de Puma Punku, son quizás uno de los mejores ejemplos de tecnología perdida. La perfección presente en estos bloques es asombrosa.
Es difícil siquiera pensar que la humanidad antigua haya podido cortar, transportar y apilar estos bloques de piedra con tal perfección sin el uso de algún tipo de tecnología. No todo se puede lograr a través de la fuerza.