El 29 de agosto regresaron a clases presenciales casi 29 millones de estudiantes de los niveles básico y medio, por si no lo había notado usted, este país se mueve por los niños en clases.
Según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) México no fue el país que mantuvo más tiempo cerradas las escuelas, en la lista de los 10 países que más tiempo estuvieron sin clases presenciales (al mes de marzo) México ocupa el lugar número 9, encabezado por Filipinas con 75 semanas sin clases, Honduras 67, Bangladesh 63, Kuwait 66, Uganda 66, Venezuela 61, Myanmar 59, Panamá 55, México 53 e Iraq 51.
Cuando los chicos están en clases, se activa una derrama de beneficios en prácticamente todos los rubros: Más viajes en taxi, consumo de papelería, alimentos (desde frutas, embutidos, lácteos y alimentos chatarra hasta alimentos pedidos por aplicación de cadenas de restaurantes) consumo de ropa, calzado, energéticos, bienes de diversos mercados y servicios también variados no sólo privados sino también públicos como: mayores rondines de la policía, viajes de transporte público, impresión de materiales, horas de internet y mantenimiento a las escuelas; podemos decir que este es un gran impulso a la economía equiparable a los gastos decembrinos solamente.
Sin embargo, tantas semanas tienen un costo, también para la economía en su conjunto, pero en el mediano y largo plazo; también estas semanas pusieron en evidencia que hay de estudiantes a estudiantes en dos dimensiones: aquellos que tuvieron acceso a la tecnología y los que no; y aquellos que fueron resilientes y que lograron acreditar las materias, aun en circunstancias adversas y aquellos que abandonaron la escuela.
Uno de los grandes retos para los siguientes años es reponer esas semanas en la educación de toda una generación, desarrollar las habilidades que fueron trastocadas y regenerar el aprendizaje de niños y niñas que se convertirán en adolescentes y adultos en los siguientes años. Un escalofriante estudio del que hablaba en la entrega anterior se decía que 2 de cada 10 estudiantes saben matemáticas en México, plantea un problema serio en el desarrollo de nuestro país en los años que siguen.
La pandemia no fue el enemigo a vencer sino el mismo que ha sido por años en el tema de la educación: enfocar el aprendizaje a la productividad y realización personal de los individuos.
Ningún país que hoy sea preponderante o destacado, lo ha logrado por el liderazgo de un solo líder, sino por la transformación de su sociedad mediante la educación, por lo que el reto es esa (verdadera) transformación de los ciudadanos.
El verdadero efecto de la pandemia ya se deja ver en los efectos psicosociales que está teniendo la población en general, pero que, en el largo plazo; será determinante en el desempeño de los hoy aún menores de edad.
Estamos tratando de regresar, no a una nueva normalidad, porque eso es hasta gramaticalmente incorrecto; sino a una “nueva realidad” en la que para poder hacer que las cosas se subsanen, habremos de poner empeño y educar a nuestros hijos más allá de la escuela, hoy más que nunca.
En la lista de los 10 países que más semanas se tardaron en regresar a clases, usted no ve un solo país desarrollado y no es nada halagador estar en dicha decena.
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Mario Alberto Metacoach
Twitter @mhmetacoach