Bitácora 691.-
Pedro Alfonso Ochoa Ledesma [email protected]
La Organización de las Naciones Unidas—ONU–, es el organismo internacional más importante a nivel mundial, que tiene la responsabilidad de atender aspectos sociales, económicos y jurídicos, con el objetivo mayor de apoyar a los países del mundo y el logro de la paz.
La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945 en Estados Unidos, en San Francisco, California, por 51 países, al término de la segunda guerra mundial, los cuales se comprometieron a mantener la paz y la seguridad internacional, además de fomentar entre las naciones del mundo, la amistad, la promoción del progreso social, la mejora del nivel de vida y los derechos humanos.
El desarrollo sostenible, el desarrollo sustentable y desarrollo perdurable, son conceptos básicos para nuestra era, los cuales son utilizados para tratar de entender al mundo, aplicándose como un método para procurar organizadamente resolver problemas globales, con el fin de alcanzar objetivos de desarrollo humano, buscando satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de los recursos naturales de las generaciones futuras.
El 25 de septiembre del 2015, en Nueva York, la ONU, en el marco de su 70º Asamblea, como resultado del proceso de consulta más amplio y participativo de su historia, representando el consenso emergente multilateral entre gobiernos y actores diversos como la sociedad civil, el sector privado y la academia, 193 países miembros firmaron y adoptaron el documento final titulado: Transformar nuestro mundo: La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Para alcanzar el desarrollo sostenible en los países del mundo, de acuerdo a los estudiosos de esta temática, implica la armonización de los países avanzados con los que están en vías de desarrollo, debiendo cumplirse una serie de requisitos que permitan lograr un estado de equilibrio entre tres factores y sistemas claves que son:
La Sociedad global: equitativa y vivible…La Economía mundial: viable y equitativa…El Medio ambiente físico de la tierra: vivible y viable.
Es así que, la Agenda 2030 de la ONU para el desarrollo sostenible, representa el documento rector u hoja de ruta, que desde el 2015 orienta rigiendo las actividades hacia un nuevo paradigma de desarrollo mundial, pretendiendo que, en 15 años se trabaje con el reto de impulsar el desarrollo social para erradicar la pobreza, en la impostergable protección ambiental de nuestro planeta tierra, asegurando la prosperidad para todos, sin comprometer los recursos naturales para las próximas generaciones.
El futuro de nuestro planeta tierra está en riesgo, lo cual hace obligatorio incorporar la temática del desarrollo sostenible a la agenda política mundial, siendo esta la razón por lo que la ONU, busca que los países del mundo, sigan modelos que combatan las desigualdades de todo tipo, impulsando la protección ambiental y promoviendo oportunidades económicas para la población.
La Agenda 2030, tiene 17 objetivos de desarrollo sostenible con 169 metas específicas que obligan a la construcción de una agenda integral y multisectorial, donde deben unirse todos los sectores de la sociedad civil, privado, académico y gobiernos (federal, estatales, municipales).
Siendo realistas y sinceros, en México estamos lejos de ser un país con desarrollo sostenible. Nos hacen falta políticas y reformas que eviten tanto daño al medio ambiente, así como una correspondiente disciplina y conciencia por parte de los gobiernos y de la sociedad de que, los recursos naturales no son infinitos, y que el deteriorar al medio ambiente es perjudicarnos a nosotros mismos.
Para que México pueda alcanzar en el 2030 la denominación de país sostenible, se requiere de un gran esfuerzo actual conjunto, con la obligada participación de la sociedad, contribuyendo desde con acciones asertivas individuales y de grupos, hasta exigir de las instituciones oficiales de los gobiernos federal, estatales y municipales su atención, para que realmente se apliquen y se trabaje a conciencia en el avance y logro de esta temática.
En la opinión del famoso economista Jeffrey D. Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, las claves para que los países del mundo logren un desarrollo sostenible son:
1.- Uso responsable y eficiente de recursos naturales, principalmente el agua…2.- Uso de energías verde y tecnologías limpias…3.- Protección de comunidades regionales y de la biodiversidad…4.- Fomento de la cultura del reciclaje…5.- Reparación de daños al medio ambiente…6.- Mejorar la calidad de vida de la sociedad….7.- Retomar, impulsar y proteger el campo.
La atención a la problemática global medioambiental actual obliga que, para el logro de los objetivos, se requiere de la acción de numerosos actores internacionales, nacionales y subnacionales, en un contexto de interdependencia. Algunos analistas entienden que, para eso es necesario desarrollar una buena gobernanza, donde los gobiernos tengan las capacidades financieras y administrativas necesarias, pensando globalmente y procediendo localmente.
El concepto de desarrollo sostenible, de ser un paradigma del desarrollo de las sociedades actuales del mundo, pasa a convertirse en una realidad que guíe las políticas públicas de todos los estados del planeta, hacia el objetivo de conseguir un mundo mejor para nosotros y para nuestros hijos, nietos y demás descendientes.
La consultora internacional Kantar, realizó un estudio en 24 países de Latinoamérica, Asia y Europa, para saber el nivel de actividad en la urgencia mundial, en el cual se reflejó que: el 78 % de los mexicanos, no tenemos interés alguno en el medio ambiente ni tomamos acciones al respecto, el 17 % nos mantenemos en la línea divisoria de “me importa, pero me cuesta hacer el cambio, y solo el 5 % mantiene un pensamiento “eco” que si lleva a la práctica.
Para acceder a un mejor bienestar de las actuales y futuras generaciones mexicanas, ciudadanos y autoridades debemos con oportunidad, proceder tomando decisiones más conscientes, cumpliendo y atendiendo con nuestro presente de manera más responsable, buscando con voluntad y en armonía, equilibrios en los consensos sociales.