***La educación, el agua potable, la seguridad y desde luego, la lucha contra las adicciones.
***Tener a Tolimán en otro nivel es la meta; hay historia, cultura y sincretismo. Se puede.
Por Raúl Rosillo Garfias
El municipio de Tolimán se niega a seguir siendo el patio trasero de la delegación de Bernal, donde escurren todas las aguas negras, provocando focos de infección severos para San Antonio de la Cal, Derramadero y hasta San Pablo. Este reto queda en manos del gobierno que encabezará Alejo Sánchez de Santiago, quien con la divisa del partido Verde se alzó con la victoria de manera contundente.
Proveniente de la zona indígena, con grandes expectativas para los ciudadanos, con un carácter de hacer un gobierno de corte social y de atención para todos, enfrentará los desafíos que su municipio enfrenta. Esa tierra en donde él nace y en donde domina la lengua materna se encuentra sumida en el narcomenudeo, donde niños de edades desde los 12 años ya son adictos. La educación superior debe ser apuntalada, el transporte debe ser una prioridad, el agua potable, los caminos y el atender los temas de salud, sin duda, le quitarán el sueño.
En donde fueron los espacios para la Feria anual del municipio, se construyó hace algunos trienios un Centro de Salud urbano con servicios ampliados, que es ni más ni menos que un elefante blanco, pues casi todas las dolencias de los tolimanenses requieren trasladarse a Cadereyta o buscar cómo llegar a la capital queretana, y eso lo sabe Alejo Sánchez de Santiago.
Una de las banderas de lucha de Alejo fue precisamente la falta de atención a los tolimanenses, la falta de pericia del gobierno de Guadalupe Alcántara para tratar los asuntos de los pueblos originarios, la arrogancia y, desde luego, la soberbia. El buen trato, el servicio más cercano a los ciudadanos, fue lo que motivó a este candidato, ahora Presidente Municipal Electo, ganar ese hilo de esperanza y lo incansable que ha sido su estructura, que recorre el municipio a pie y en lo que se encuentra, para tratar y conocer de cerca los problemas más sensibles de la demarcación.
No ignora para nada el alcalde electo que hay serios problemas de seguridad, de drogadicción, de falta de agua y de servicios, de caminos, pero sobre todo hay falta de comunicación directa con los ciudadanos. Él está dispuesto a atender estos rubros y a tratar de que Tolimán cambie de destino y se convierta en un lugar que todos quieran visitar.