Por Raúl Rosillo Garfias
La fiesta grande tiene una gran tradición, tanto que con el tiempo el santuario de la Virgen de los Dolores de Soriano hoy basílica menor, recibe a más de 2.5 millones de visitantes, durante todo el año, pero principalmente durante la semanas del 14 al 26 de abril y algunas intermitentes, dada la cantidad de peregrinaciones que se acercan año con año a esta sede de la Patrona de los Queretanos, dice convencido, Cristóbal Vega, cronista del municipio de Colón, con quien se sostiene una charla amena y sin formalismos.
Así como dos viejos amigos, en plena Plaza de la Basílica de Soriano, Cristóbal acepta platicar con Bitácora diario, quien habla de las gorditas de maíz quebrado, hasta de la fundación del santuario primero y luego de la elevación a la categoría de basílica, sede de la Virgen de los Dolores de Soriano, y cuando se dice que con claridad, es porque el cronista trae de memoria fechas y datos duros irrefutables.
También habla de él cómo fue creciendo de manera impresionante la cantidad de peregrinos que año con año arriban a esta basílica, en bicicleta, a pie, a caballo, o bien en camiones que tienen que estacionarse afuera de las inmediaciones de la zona urbana para que tengan espacio… Los comerciantes están contentos con el trato que les han dado las autoridades, los alberos, dicen que ellos son parte importante de la preparación de la fiesta,… y los alberos son los organizadores de las peregrinaciones en cada parroquia, sobre todo las que pertenecen al decanato de Querétaro.
Son más de 500 alberos que están plenamente organizados y desde luego preparados para realizar los trámites y la organización de las peregrinaciones, que deben venir en orden y en formación para evitar accidentes, así lo definen las autoridades de Seguridad y las de Protección Civil entre otras, reconoce Cristóbal Vega.
Recuerda el cronista que el crecimiento de la fiesta se da entre los años 20 y los años 50, cuando el padre Padilla, se da a la tarea de involucrar a la feligresía, de hacer la fiesta ya no solo de un día sino de tres, y luego de una semana y luego de lo que del número de gente de llega y que de 1980 para acá cuando se termina el Santuario la gente se desborda y empieza a llenar la plaza y la iglesia… a tal grado que hoy hay programación para el arribo de las peregrinaciones, gracias a la coordinación que se tiene con los Alberos.
Los temas son todos, el comercio, la artesanía, de lana, la gastronomía, la cristiada, las zonas altas, la visita al Pinal del Zamorano, que duran entre tres y cinco días, lo que permite avizorar un municipio con historia, con tradición y con costumbres muy arraigadas en su gente, que recibe a los visitantes con mucho calor humano y que los atiende de manera muy importante, porque dicen los artesanos y comerciantes, que esta fiesta representa para ellos su aguinaldo.