Cultivo mi soledad,
bajo este cielo claro
el sol nutre de polvo las culebras
mientras las beatas
montan un lagarto azul.
con cara de noche.
Me provoca una risa loca
cuando el sol muerde el espacio
centro histórico
oxidado
sucio, limpio,
flacas escaleras.
Las minúsculas lunas de mis uñas
se ponen rojamente tensas,
el verano derrama
el vino de sus escorpiones
la muerte sonríe
porque sabe
que el sol en medio de su lumbre,
de su ámbar,
también, es una sombra.
Edilzar Castillo E.P.D.
EXTRAVIADO.
De pronto la vida cambia,
marcha sola,
disfruta y contempla la muerte,
abandona en un sillón el deseo
de lo que quiso ser y se olvidó
gastado por lo cotidiano.
En las manos surge la pregunta
¿Qué somos?
la impotencia de gritar a ese otro,
en otro lugar
sólo encuentra la respuesta invisible
un gran desaire
en las manos del río.
El silencio yace en todos lugares
nos hace voltear.
Solo el rumor de la vida
se asoma al otro lado de la niebla
donde sus dardos mutilan,
pero siempre, somos lo mismo.
La hoja del calendario se derrumba
arranca un trozo de ayer.
Quisiera quemar las naves
pero no las tengo,
ni amor,
ni recuerdo…
Edilzar Castillo E.P.D.