Por El Hombre de Negro
Con su inconfundible melena rizada, sombrero de copa y gafas oscuras, Slash se ha consolidado como uno de los guitarristas más influyentes de la historia del rock. Nacido como Saul Hudson en Londres en 1965, y criado en Los Ángeles, el músico encontró su lugar en la historia cuando se unió a Guns N’ Roses en 1985, y desde entonces su nombre se volvió sinónimo de potencia, virtuosismo y actitud sobre el escenario.
Slash se convirtió en pieza clave del sonido salvaje y crudo de Guns N’ Roses, aportando solos memorables como el de Sweet Child O’ Mine, November Rain y Paradise City. Su estilo mezcla el blues, el hard rock y el heavy metal, creando una firma sonora fácilmente reconocible. Su inseparable guitarra Gibson Les Paul, con la que ha construido gran parte de su leyenda, también es símbolo de su identidad musical.
Tras la separación parcial de la banda en los años 90, Slash formó su propio grupo, Slash’s Snakepit, y más adelante participó en Velvet Revolver, junto a exintegrantes de Guns N’ Roses y Stone Temple Pilots. En la última década, ha mantenido una carrera sólida con su proyecto Slash ft. Myles Kennedy and the Conspirators, con el que ha lanzado varios discos y giras mundiales.
En 2016, se concretó una de las reuniones más esperadas en la historia del rock: Slash volvió a Guns N’ Roses, junto a Axl Rose y Duff McKagan. Desde entonces, la banda ha realizado exitosas giras internacionales, incluidas múltiples presentaciones en México, donde su base de fans sigue siendo apasionada.
Más allá del escenario, Slash es un ferviente defensor del arte de tocar guitarra de forma auténtica, alejada de artificios digitales. Su legado trasciende generaciones, y continúa inspirando a jóvenes músicos a expresarse a través de las seis cuerdas.