Bitácora 678.-
Por Raúl Rosillo Garfias
El problema de las adicciones al alcohol y a las drogas alcanza a 6.5 de cada 10 jóvenes desde la adolescencia, señalan los directivos de centros de rehabilitación, en donde la demanda ya no es solo de las zonas urbanas sino de comunidades rurales, en donde ha permeado de manera criminal la presencia de enervantes como el cristal, la marihuana y algunas otras drogas sintéticas que le secan el cerebro a los ciudadanos.
Los centros de rehabilitación que han sido criticados y que se satanizan, son refugios para salvar a una parte de este sector de la población, a los que están acudiendo los desesperados padres de familia a dejar a sus hijos por algunos meses para intentar salvarlos de este cáncer social, que es la drogadicción y el alcoholismo.
Es casi imposible pensar que las zonas rurales hayan sido alcanzadas por este mal social que permea entre los niños y jóvenes, pues cuando llegan a los centros de rehabilitación, traen tres , cuatro y hasta más años de consumo constante de drogas y de alcohol, lo que hace muy complicada su rehabilitación, además de que en ocasiones los traen con engaños, otras más a la fuerza… eso propicia comportamientos que reclaman mayor participación de profesionales en la rehabilitación.
Abraham Álvarez García, uno de los directores del centro de Rehabilitación un Regalo de Dios, luego de dar su testimonio en un programa televisivo para redes sociales, fue enfático y expresa su preocupación por la cantidad de niños y jóvenes que han caído en estas adicciones que son causa no solo de dolor para la familia y para los padres, son también motivo de suicidios y de huidas del hogar… entre algunos otros temas.