Por Raúl Rosillo Garfias
En una visita que realizaron ambientalistas y luchadoras sociales, ecologistas y personas que se sienten afectadas por el incendio de una parte del Tángano, constataron que no fueron solo 500 hectáreas las que se perdieron, sino muchas más, pero además aclararon que no eran pastizales, sino selva baja conocida como caducifolia en buen estado, pero además descubrieron que esta zona es una zona de recarga de los mantos acuíferos, y que se están utilizando para tirar cascajo e ir rellenando arroyos y barrancas.
Pamela Siurob acompañada de algunos otros vecinos y gente que lucha por preservar la zona del Tángano como un gran pulmón para Querétaro y que desde hace mucho tiempo se han opuesto a que esta zona sea invadida por construcciones habitacionales, hicieron un recorrido por la zona y se dieron cuenta de las condiciones en que quedó esta zona cerril pegada al Centro Sur de la capital queretana.
Esta zona devastada por el incendio de hace una semana ahí en las inmediaciones de la zona urbana pegada al cerro el Cimatario, que es el icono de los Queretanos y que forma parte de la llamada sierra de Amealco, en donde participan y se conjugan zonas limítrofes de Corregidora, El Marqués Huimilpan y Querétaro, o sea toda la zona metropolitana, además de ser una zona de recarga para los acuíferos, es sin duda un controlador de la temperatura, y desde luego que lo quemado no eran pastizales, como lo han intentado hacer parecer.
Esta zona que era hogar de miles de especies endémicas nativas de la región que también son importantes para el equilibrio ecológico, y participan de cadenas alimentarias que ahora con este incendio se ven interrumpidas… pero lo más importante es que sigan las investigaciones para determinar si fue un accidente, una provocación o fue de verdad un asunto de orden natural, que esto último es posible que no lo sea, es lo que se expresa en las redes sociales, luego de que se publicaron las fotos que tomaron los ambientalistas y defensores de los pulmones que le quedan a Querétaro.