El rector de la UNAM, Enrique Graue, destacó que hay que ser cuidadosos en suponer que los transgénicos son la respuesta por sí mismos para reducir la pobreza o la carencia alimentaria, pues existen factores socioeconómicos que inciden en la producción y distribución de las nuevas semillas.
Alimentar diariamente a siete mil 500 millones de personas en el planeta exige impulsar una agricultura más segura y eficiente, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, durante la presentación del libro de Francisco Bolívar Zapata, Transgénicos, grandes beneficios, ausencias de daños y mitos, que se realizó en el Instituto de Biotecnología de la UNAM, en Cuernavaca, Morelos.
En el Instituto de Biotecnología (IBt), en Cuernavaca, Morelos, Graue expuso que uno de cada siete habitantes en el mundo presenta carencias alimentarias severas, y según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en ese país hay 15 millones de ciudadanos con incertidumbre alimentaria, pese a que son pioneros en el uso de organismos genéticamente modificados.
El rector explicó que más del 90 por ciento de los cultivos de soya y maíz en Estados Unidos son transgénicos, y en México, el 70 por ciento del maíz amarillo que se consume proviene de esa nación, por lo que desde hace ya tiempo en nuestro territorio se utilizan estos cultivos.
En su oportunidad, el investigador emérito del IBt, Francisco Bolívar Zapata, afirmó que la productividad agropecuaria insuficiente y el crecimiento explosivo de la población imponen la necesidad de producir más alimentos sanos, de manera sustentable, de ahí la relevancia del desarrollo de la biotecnología, que integra tecnologías sustentables y busca la utilización responsable de organismos vivos.
Acompañado de la directora adjunta del Conacyt, Julia Tagüeña; del exrector de la UNAM, José Sarukhán; y directores de institutos de esta casa de estudios, Graue inauguró diversos espacios dedicados a la infraestructura experimental y servicios en general para la comunidad universitaria en Cuernavaca, entre ellos, el auditorioFrancisco Bolívar Zapata, un vivario, almacenes, cafeterías y un micromuseo.
Posteriormente, Graue Wiechers acudió al Instituto de Energías Renovables (IER), en Temixco, donde el gobierno del estado oficializó la donación de un predio de ocho mil metros, en el que se construirán tres edificios para aulas, un auditorio y laboratorios sustentables.
Asimismo, se anunció la próxima donación del antiguo congreso morelense para que se abra allí un centro cultural de la UNAM, así como la inversión de 50 millones de pesos para intervenir el inmueble.