*** El dinamismo de San Juan del Río vuelve a ser motivo de sorpresa para propios y extraños.
*** Las inversiones los inversionistas, ven a esta tierra como la promesa de tener mejores resultados.
*** La transformación de la vida urbana de provincia esta en marcha, la industria genera otra cultura.
Por Raúl Rosillo Garfias
Muy poco se menciona en este tiempo la historia de los nuevos asentamientos humanos de las grandes ciudades, entre ellas San Juan del Río, que ha tenido diferentes etapas de crecimiento y desarrollo habitacional. Es importante que se conozca, para que las autoridades que hoy dirigen los destinos del municipio se den cuenta de que hay que seguir impulsando la vivienda, pero no solo convertir a la ciudad o a las zonas urbanas en dormitorios para obreros; urge elevar el nivel social de las familias, para que nunca se cancelen las aspiraciones.
Este fin de semana que termina, Mauricio Kuri y el alcalde Roberto Cabrera estuvieron en dos colonias que, de acuerdo con datos más o menos precisos, se establecieron entre los años 70 y 80, cuando se dio el boom de industrialización de la ciudad, que se convirtió en punta de lanza en manufactura, industria automotriz y la construcción, aportando al estado entre un 20 y un 23 por ciento del Producto Interno Bruto. En este contexto, la población económicamente activa tiene un buen porcentaje.
La Colonia San Rafael, pegada a la colonia Ferrocarrilera, tiene su origen en terrenos detrás de la empresa papelera más importante del país, con lotes que se vendieron entre particulares. Sin embargo, una parte de esta colonia se colocó al amparo de la Escuela Héroe de Nacozari, construida junto con las viviendas destinadas a los ferrocarrileros, las cuales fueron construidas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes cuando se hizo el primer y fallido intento del tren rápido México-Querétaro. Más de 30 años después, la colonia quedó remodelada, pero aún hubo reclamos…
De ahí, la Colonia Magisterial, donde viven educadores, casi todos jubilados, pues la escuela la inauguró hace más o menos 30 años la dirigente sindical Elba Esther Gordillo Morales, en un recorrido que hizo por Querétaro, entregando estas viviendas a los maestros en un evento. Antes, el mismo día, también entregó viviendas a los de Cadereyta y, más tarde, a los de Querétaro.
A la par, nacían algunas otras colonias importantes que hablaban de la fuerza que traía San Juan del Río en la transformación de Querétaro. Siendo gobernador Mariano Palacios Alcocer, se dio vida a la COMEVI, que les vendió lotes a precios accesibles a los trabajadores. Así nacieron Villa de las Flores, la colonia Comevi y los Fonhapos uno, dos y tres. También nació el Infonavit Pedregoso, y entonces el crecimiento de San Juan del Río, como ahora, empezó a reclamar transporte, servicios de agua y luz, drenaje y, desde luego, algunos otros para mejorar las condiciones de vida de la gente.
El Pedregoso sorprendió con tres etapas, y del otro lado, la Colonia México… UFERE… se llamó. La necesidad de casas de interés social comenzó a solucionarse, pero también llegaron otros problemas como la seguridad, la movilidad y muchos otros de orden social. Algunos se han normalizado y la vida en el San Juan tranquilo se volvió dinámica. La empresa y sus empresarios fueron, sin duda, fundamentales para imprimir esta dinámica.