Por Raúl Rosillo Garfias
Dos culturas una sola religión, es lo que une a estos dos pueblos, San Felipe Ixtapa y el emblemático Barrio de la Cruz, considerado por historiadores, cronistas y por estudiosos de la antropología como el primer asentamiento humano que llegó a esta tierra y se ha establecido en la parte alta del Cerrito en donde se encuentra una pirámide, que en su basamento se ha encontrado con aterramientos teotihuacanos, michoacanos, Chupicuaros, Olmecas y de otras culturas, determinando entonces que esta era la gran frontera de los imperios.
Este pasado domingo sin protocolos lujosos, ni mucho menos con presencia de autoridades, más que las religiosas de cada demarcación los peregrinos de San Felipe Ixtapa, se hicieron llegar hasta la capilla del Barrio de la Cruz, para rendir culto y homenaje con un oficio religioso por demás exquisito, que encuadra los 36 años de tradición que tiene la llegada del Cristo Olvidado o también conocido como el señor de la Expiración.
El tema nace hace casi 40 años, cuando el productor de televisión Luis Gutiérrez y Prieto, entrega al entonces responsable de la capilla del Barrio, una imagen del Cristo Olvidado, también le llamaban el Cristo Negro, Luis Gutierrez, platica a grandes rasgos parte de la historia de esta imagen que llega a San Felipe Ixtapa, y tras conocer detalles Guillermo Martinez, mejor conocido como el Canteras, sugiere que vengan las autoridades de aquel pueblo a hacer entrega de la imagen para iniciar su veneración.
La magia, el milagro, la coincidencia, las buenas energías o como le quieran llamar, en ese momento los dos pueblos o comunidades lejanos a 8 horas de distancia en autobús una de otra, iniciaron su progreso y su desarrollo y rescate… las peregrinaciones se sucedieron una a una, de ida y de vuelta, y esto ya tiene 36 años de estarse realizando… las historias han ido creciendo, pero en San Juan del Río, en Escobedo, en la Cañada, en La D Pedro Escobedo… en Amealco y en muchos lugares ya conocen al Cristo Olvidado y lo empiezan a venerar, pues dicen que la fe mueve montañas y ya le achacan algunos milagros… El domingo fue un día de fiesta, un día de celebración, de música y de mucha convivencia, en la casa de Guillermo Martínez el Canteras… Felicidades por 36 años de tradición.