Por. Arturo Maximiliano García.
Una vez más habrá aumento al salario mínimo, esta vez de 12% aprobado de forma unánime por los representantes del gobierno federal, empresarios y trabajadores. Esta política de aumentos significativos se viene dando 2019, para que haya un incremento notable al salario mínimo para los trabajadores en México. Por lo menos durante 5 sexenios, se había negado que esto fuera posible sin generar inflación y desempleo, pero los hechos probaron que o no se quiso o se intentó seguir vendiendo a nuestro país por su mano de obra barata como un “elemento de competitividad” que atrajera a los inversionistas.
Con esta decisión de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, el salario mínimo quedará para el 2025 en $278.80, mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte pasará a 348.83 pesos. Es importante recordar que en lo que va de la pasada administración federal y ahora en el primer año de la Presidenta Claudia Sheinbaum, el salario mínimo ha pasado de $88.00 pesos que se encontraba en 2018 a $278.80 pesos que estará a partir del 1 de enero de 2025.
Por mucho tiempo los aumentos al salario mínimo fueron apenas del tamaño de la inflación, ya que gobierno y los demás integrantes de la CONASAMI argumentaban que era imposible subir el salario mínimo sin afectar la estabilidad de los precios de los productos y servicios, así como el crecimiento económico, lo cual resultó falso. Los aumentos al salario mínimo logrados en los últimos 6 años no han resultado en incrementos directos de los precios, ni tampoco en despidos, salvo el periodo de la pandemia, pero eso no fue atribuible al aumento en este indicador de ingresos.
Por varias décadas la política económica y laboral de tan sólo empatar el aumento al salario mínimo con el factor inflacionario, hizo que el poder adquisitivo de millones de trabajadores se quedara, por lo menos, estancado, por lo que era imposible ver una mejoría en su situación económica y la de sus familias, lo cual hoy ha logrado ya un gran avance. No sólo los trabajadores necesitaban mejores salarios, sino que la misma economía requiere que el mercado interno, es decir lo que gastamos los mexicanos todos los días, se fortaleciera. Sin duda este recurso adicional que ya reciben millones de trabajadores circula en toda nuestra economía a través del gasto que hacen todos los días tanto en sus necesidades básicas, así como en algunas actividades de entretenimiento cuando su presupuesto lo permite.
Se trata sin duda, de una de las apuestas de política económica, social y laboral más importantes de la pasada administración y ahora de la entrante, incrementar significativamente el poder adquisitivo a los trabajadores que ganan el mínimo en nuestro país, calculando que el aumento determinado para el 2025 podría beneficiar a 8 millones de mujeres y hombres. A esto se suma otras decisiones como la de incrementar los días de vacaciones, las leyes para regular trabajo en casa, la democracia laboral consolidada en el sexenio pasado y ahora la semana de 40 horas laborales que es parte del proyecto del nuevo gobierno. Se trata de tener un salario que sí alcance para lo mínimo y más en beneficio de todos.