Por Raúl Rosillo Garfias
Vivimos sin duda en un mundo de enigmas… pero sobre todo en México y en el mundo entero existe con claridad la pedagogía del odio… y en estos momentos y precisamente hasta ahora, empiezan a surgir los hombres y las mujeres que parece que tienen agallas, ahora hay que esperar que tengan la inteligencia…pero sobre todo debemos esperar los simples mortales que se despierte el entusiasmo, la pasión y el espíritu de combate, para que se de muestra de liderazgo o de deseos de cambio…
En estos tiempos en que sobre todo se consulta a los amos de las finanzas para la toma de desiciones de los gobiernos, la polarización de la sociedad es tal, que no hay un rumbo claro, y ha generado a favor de quien gobierna la apatía por participar, y aquellos que si participaran, ya están mas que direccionados con los programas sociales que no son otra osa que compra electoral de voluntades y no es privativo del gobierno federal, lo hacen también los programas de gobiernos estatales y municipales… aceitan la maquinaria desde siempre para seguir estando cautivos…
Hoy cuando las personas han dejado de vivir sus vidas como modelos para la vida de otros, y han dejado de ganar autoridad moral en sus comunidades, en sus colonias, en sus calles… es mas difícil detectar a los líderes que operan a favor de la sociedad sin esperar nada a cambio… y es tiempo de saber entonces que nos envejece mas la cobardía que el tiempo, los años arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma… entonces hay que estar seguros de que todo aquello que el hombre ignora no existe para él…y esto lo señalaba Einstein, cuando apuntaba además que el Universo de Cada uno se resume al tamaño del saber…
Los tiempos vienen movidos, ya los medios están recibiendo señales de que a los señores que militan en Morena también les interesan sus espacios, a pesar de la austeridad republica que nunca han tenido y que entre ellos mismos como dice Ricardo Monreal, están gastando cantidades industriales de dinero y todos provenientes del erario público… y de donde mas si todos ellos han vivido desde siempre de los que aportan los ciudadanos, a los que hoy persiguen con el látigo del SAT para tener mejores contribuciones y que sus programas sociales no se queden acéfalos de efectivo.