La versión final del texto dice que la tasa de ISR que pagan las empresas de 35 se reduciría a 21%, en un inicio se planteaba que fuera de 15 por ciento.
Los republicanos del Congreso de Estados Unidos divulgaron el viernes pasado la versión final de la reforma fiscal que ha sido fuertemente impulsada por Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
La reforma al sistema tributario tiene en la mira una reducción de impuestos a las empresas así como a algunas familias estadounidenses de clase media y alta. La votación para que el documento revelado sea el definitivo se llevará a cabo durante esta semana.
De acuerdo con lo acordado, la medida reduciría el Impuesto sobre la Renta (ISR) que pagan las empresas de 35 a 21%, a pesar de que en un inicio lo que Trump buscaba era que se quedara en 15%, para después modificarlo a 20 por ciento.
La medida entraría en vigor desde el 1 de enero del 2018, a diferencia de lo propuesto por el Senado, que esperaba que fuera hasta el 2019. Con el recorte al impuesto corporativo, Estados Unidos dejará de recaudar alrededor de 1 billón de dólares durante los próximos 10 años.
Además, crearía una deducción impositiva de 20% para propietarios de empresas pequeñas —sociedades o con un solo propietario—, permitiría la cancelación de los costos de nuevos equipos por parte de las corporaciones y eliminaría el impuesto mínimo alternativo a las empresas, de acuerdo al documento al que tuvo acceso Reuters.
Asimismo, la medida mantendría los actuales siete tramos impositivos individuales y familiares (y no a cuatro como propuso la Cámara de Representantes), con tasas de 10, 12, 22, 24, 32, 35% y una tasa máxima de 37% para los contribuyentes con mayores ingresos, la cual actualmente se encuentra en 39.6 por ciento.
Otro cambio al sistema tributario es la eliminación del incentivo fiscal a empresas privadas que subsidian el costo del pasaje, estacionamiento y uso de bicicleta de sus empleados.
Actualmente, las compañías pueden proporcionar vales de estacionamiento o pasaje con un valor de hasta 255 dólares al mes a empleados, como prestación para sus gastos de transporte al trabajo y luego deducir el costo de sus impuestos corporativos.
La eliminación de esta deducción se debe al recorte de la tasa corporativa que propone la reforma fiscal, con lo cual ya no son necesarias las exenciones fiscales menores que complican el código fiscal. El que esto ya no sea una deducción tiene a las agencias de tránsito preocupadas de que menos personas usen el transporte público, pues las empresas, al no poder deducir esto, no lo ofrecerán.
Otro de los puntos destacados se refiere al impuesto de sucesiones, donde se acordó pasar la cifra actual libre de impuestos en las herencias de 5.5 a 11 millones de dólares para los estadounidenses solteros, mientras que para los matrimonios la cifra subió de 11 a 22 millones.
PRINCIPALES ASPECTOS DE LA REFORMA FISCAL
Ante el recorte de tasas previstas en la reforma, el fisco estadounidense dejará de recaudar 1 billón de dólares en los siguientes 10 años.
Impuesto corporativo pasa de 35 a 21% a partir del 1 de enero del 2018.
Se mantienen los siete tramos impositivos actuales, con un recorte de 39.6 a 37% a la tasa máxima.
Se elimina el incentivo fiscal a empresas privadas que subsidian el costo del pasaje, estacionamiento y uso de bicicleta de sus empleados.
Para los solteros, las herencias de 11 millones de dólares estarán libres del impuesto a las sucesiones, mientras que para los matrimonios será de 22 millones de dólares.
Reduce a 10,000 dólares la deducción de los impuestos locales y estatales.
Limita la deducción de intereses hipotecarios a préstamos hipotecarios de no más de 750,000 dólares.
Aumenta el crédito fiscal por hijo de 1,000 a 2,000 dólares.