“El que vive de recuerdos, arrastra una muerte interminable”. SEC
Ella, habita en las espumas de botella,
hiere el antifaz y me desnuda,
solo, frente al diván de mis fragancias.
El maguey, brinda espinas de deseo
en canción de blancura.
¡Cuanto elixir de barro!
mi pasión destila.
Mi mente, divagando,
sube por el Sauz
del río de San Juan,
se arrulla en la ceguera
del canto de taberna
que no escucha el derrumbe del árbol.
Por el sótano de imágenes,
vagas coplas de algodones
caminan en silencio.
Todo es humedad,
la rana despierta,
calla, solo siente
el frio de los ojos huérfanos ,
de ese día.
Vacío de mí,
destronada la nostalgia
en mi boca,
sorbo a sorbo
hasta la última gota,
huye el café.
Capa de otoño
cubre la tarde
su verde transparencia
se regala
poro a poro.
Me prendo fuego,
Me vuelvo luz.
Edilzar Castillo E.P.D.
SOMBRA.
Cultivo mi soledad,
bajo este cielo claro
el sol nutre de polvo las culebras
mientras las beatas
montan un lagarto azul.
con cara de noche.
Me provoca una risa loca
cuando el sol muerde el espacio
centro histórico
oxidado
sucio, limpio
flacas escaleras.
Las minúsculas lunas de mis uñas
se ponen rojamente tensas,
el verano derrama
el vino de sus escorpiones
la muerte sonríe
porque sabe
que el sol en medio de su lumbre,
de su ámbar,
también, es una sombra.
Edilzar Castillo E.P.D.