las uñas de tus pies
tu sobrenombre
Lavar acaso tu arrugado vientre
con el silencio pegajoso y frio
del musgo y la serpiente
Con la poma del ático
Maldecir el recuerdo de los peces
y del lobo estepario
que no viene
Único movimiento:
Ajedrez que en la noche silenciosa
queda inmóvil y mudo
esperando a los dioses:
Un peón avejentado,
torre despostillada junto al negro caballo
Jaque Mate absolverte
perdonar el aroma de tu cuerpo
y el orgasmo callado.
ALEJANDRO GUERRERO YAÑEZ