Querétaro, Qro.- Con el propósito de dar a conocer la importancia de la crianza positiva, la presidenta de la LIX Legislatura, diputada Connie Herrera Martínez, y la diputada Daniela Salgado Márquez, encabezaron desde las instalaciones del Congreso local la conferencia a distancia “Prohibición del castigo corporal y humillante. Una prioridad Legislativa y de Política Pública”, impartida por Leonardo Mier Bueno, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia y México.
La diputada Connie Herrera a nombre de la Legislatura del Estado agradeció la exposición del ponente, dada la importancia del tema. Asimismo felicitó a su compañera diputada Daniela Salgado, por generar un espacio de oportunidad y reflexión en torno a los derechos de las niñas, niños y adolescentes, así como su protección a través de una crianza positiva. Manifestó que es interesante compartir puntos de vista al respecto, en aras de tener una perspectiva amplia sobre el tema, que permita legislar en esta materia.
“El Congreso del Estado de Querétaro se pronuncia por una labor legislativa respetuosa de los derechos humanos, de conformidad con lo que ha resuelto al respecto la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Concebimos a la dignidad humana como base de todos los derechos de una persona, aunado a que nuestro actuar está encaminado a promoverlos, respetarlos, protegerlos y garantizarlos y con mayor intensidad cuando se trata de la infancia, pues todos nuestros actos deben encaminarse a tutelar el interés superior de la niñez, principio constitucional que permea desde ese ordenamiento supremo a cualquier norma inferior”, afirmó la presidenta de la Legislatura.
La diputada Daniela Salgado, por su parte, se pronunció porque se garantice una vida libre de violencia hacia los menores, dejando de manifiesto que queda mucho por hacer en el tema; pues como se recordará, en junio pasado presentó una iniciativa de ley que propone que la prohibición del castigo corporal y garantizar que las niñas, niños y adolescentes reciban una crianza positiva, basada en el respeto y el amor, así como en la prohibición del castigo humillante.