El turismo alternativo ha ido alcanzado y definiendo algunas especialidades, como el senderismo, que reclama condición física y también conocimientos del terreno así como el correr algunos riesgos, sin que llegue a ser insalvable, hay otro en el que se ha incrustado el joven, el hombre o los amantes de la velocidad y de algunos peligros y tras dejar atrás los vehículos todo terreno ahora utilizan los vehículos llamados Reisers, que lo mismo meten en terracerías que, en lodazales o en el lecho de los ríos.
Esto ha motivado que los habitantes de algunas zonas de Peñamiller y de algunas comunidades de Pinal de Amoles como los del Mirador de Cuatro Palos y Amealco, hagan un llamado a las autoridades municipales, estatales y de turismo para que se regule el uso de estos vehículos todo terreno que, circulan por el lecho del Río Extoraz cantando, espantando, estrenando y hasta exterminando algunas especies acuáticas, además de que el ruido y el aceite contamina la extraordinaria tranquilidad en que se desarrollan estas comunidades.
Los habitantes de estas regiones señalan que no están en contra de que los visiten, tampoco de que hagan algunas actividades, pero en lo que sí están en contra es que se dañe el entorno, que se afecte la ecología de la zona, que el ruido ahuyenta a algunas especies de animales, que el aceite y otros contaminantes que utilizan estas unidades motoras también daña el entorno, y esto no es solo en esta zona, es en muchos lugares de Querétaro, casi en todo los pueblos másicos han proliferado estas unidades motoras que las rentan y las usan para estos recorridos.
Los Reisers dicen los lugareños, son esos vehículos pequeños que se enlodan que se voltean inclusive y que ellos mismos vuelven a poner en sus cuatro ruedas y siguen con su camino… cierto es que la presencia de estos turistas en ocasiones deja ganancias económicas al endeble comercio que hay en la zona, pero es más el daño que le hacen a la ecología que lo que benefician… además han terminado con la tranquilidad de algunas comunidades.