Joaquín Antonio Quiroz Carranza
Hace algunos años cayó en mis manos una frase de Práxedis G. Guerrero que hizo me interesara por el autor, su obra y pensamiento, esta frase dice: “Una causa no triunfa por su bondad y justicia; triunfa por el esfuerzo de sus adeptos”, recientemente encontré un libro titulado “Práxedis G. Guerrero. Un anarquista en la revolución mexicana” editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en 2012, del cual comparto algunas ideas, pues Práxedis Guerrero es un mexicano sobre el cual la comunidad conoce poco y porque su aporte ideológico y práctico a la transformación revolucionaria de nuestro país sigue siendo necesaria.
A Práxedis G. Guerrero le fue otorgado el grado de General a título póstumo, el de benemérito del estado de Chihuahua y héroe nacional, aunque este anarquista, haciendo honor a su ideología ácrata simplemente se reconocía como “Delegado Especial del Partido Liberal Mexicano”. Nació el 28 de agosto de 1882 y murió el 30 de diciembre de 1910. Fue colaborador febril de periódicos como Revolución en Los Ángeles, Alba Roja de San Francisco, fundó un periódico en Arizona, colaboró en Evolución Social en Texas, fundó Punto Rojo en El Paso Texas y finalmente se convirtió en corredactor de Regeneración.
Práxedis nació en una familia rica, pero abandonó su herencia para sumergirse en la realidad de los desheredados, sin perder de vista que estos se someten a la tiranía y a la injusticia por incomprensión de las leyes que dominan a la sociedad, ante lo cual señalaba: “Respetad el orden existente, someteos a las leyes que las hacen inviolables para los cobardes, y seréis eternamente esclavos”, por ello arengaba ferozmente desde su letras con filo, era un convencido de uso de “la palabra como medio para unificar tendencias y de la acción como medio para establecer principios en la vida práctica”.
En el pensamiento político de Práxedis el tiranicidio tan recurrido por los movimientos populares no tiene cabida, ante la pregunta ¿Por qué no asesinas al déspota que oprime al pueblo y ha puesto precio a tu cabeza?, él responde: “Porque no soy enemigo del tirano. Si matara al hombre, dejaría en pie la tiranía, y a ésta es a la que yo combato; porque si me lanzara ciegamente a él, haría lo que el perro cuando muerde la piedra inconsciente que le ha herido, sin adivinar ni comprender el impulso de dónde viene”. La lucha propuesta por Práxedis es siempre contra todo el sistema opresivo y junto al pueblo preparado, educado y organizado para tomar el control de los instrumentos de liberación económica. La Revolución para Práxedis “es un hecho plenamente consciente, no el espasmo de una bestialidad primitiva”.
En 1906 se publica el Manifiesto de Saint Louis firmado por los hermanos Flores Magón, Juan y Manuel Sarabia, Librado Rivera, Antonio I. Villarreal y Rosalío Bustamante, Práxedis se entera y acepta sus postulados: No reelección, abolición del reclutamiento obligatorio, libertad de prensa, supresión de tribunales militares, educación gratuita y obligatoria, nacionalización de los bienes de la iglesia, jornada de trabajo de 8 horas, adopción de un salario mínimo, confiscación de las tierras improductivas, la reforma agraria y la protección de los indígenas”. Las condiciones objetivas y subjetivas para la revolución, como son pobreza, opresión, sometimiento y la existencia de una vanguardia organizada y consciente se funden y estalla en 1910 el proceso revolucionario. En una próxima entrega seguiré compartiendo la historia y pensamiento de Práxedis G. Guerrero contenido en el libro antes mencionado y el cual recomiendo ampliamente.