En la sesión del pasado jueves 22 de noviembre 2018, el Senado de la República aprobó, por mayoría de votos, diversas reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal que la Cámara de Diputados había aprobado unos días antes.
Únicamente diputados de MORENA avalaron los cambios propuestos. Como en otros temas, parece que el partido del próximo presidente constitucional tiene una enorme prisa por legislar. En este caso, el problema no es únicamente que se haya aprobada de manera fast-track el dictamen de la Cámara de Diputados, sino la materia misma de lo que aprobaron.
Las bancadas de MORENA en el Congreso avalaron la creación de lo que se ha denominado los “súper delegados”: los que serán designados por el próximo Gobierno federal para que sea eliminada la figura de los actuales delegados de todas las dependencias en las entidades federativas y que sean ellos -los súper delegados- quienes concentren todas las competencias, facultades y recursos de las dependencias federales -incluida la de seguridad- en los estados del país.
Lo aprobado el pasado jueves va contra toda lógica de pesos y contrapesos, así como de la limitación del poder Ejecutivo. En este caso, es evidente que desde la próxima administración se buscan dos claras consecuencias: 1) Controlar a los gobernadores mediante el ejercicio de los recursos del gobierno federal; y 2) los “delegados” designados buscarán la Gubernatura en sus respectivas entidades, cayendo en un evidente conflicto de interés.
El coordinador de los diputados federales de MORENA, Mario Delgado, ha dicho que la creación de la figura obedece a la austeridad que pretende ejercer el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, en Acción Nacional nos parece inadmisible y antidemocrático que se utilice a la austeridad como un pretexto para invadir uno de los principios constitucionales que más trabajo y años ha costado defender: la división constitucional de poderes.
Por ello, el Comité Directivo Estatal de Querétaro se adhiere a los llamados que han hecho tanto los gobernadores del Partido Acción Nacional, como nuestro presidente nacional, Marko Cortés, en el sentido de ofrecer colaboración al próximo Gobierno, mas no subordinación o sometimiento.
Acción Nacional continuará haciendo una defensa frontal de nuestra democracia. Nos costó mucho. Nos sigue costando mucho. Y por eso mismo, seguiremos en la lucha por hacer de la democracia una realidad en nuestro país.