*** Portentoso trabajo de los católicos de Amealco, dieron origen la más alta construcción que tiene la ciudad.
*** El Maestro Higinio y sus hijos originarios de San Juan del Río, eran los principales en el trabajo.
*** Los trozos de piedra para los arcos de la zona de San Bartolo y el tezontle para la Bóveda desde la Torre.
Por Raúl Rosillo Garfias
Amealco, Qro.- El trabajo del compilador, es muy importante, porque reúne los elementos de una misma unidad y les poner orden cronológico, para darle origen destino y forma a los eventos históricos sucedidos en una población ciudad o grupo social… Héctor Rodríguez Montoya, compilador de documentos y testimonios que dan origen al libro -Origen e Historia de lo que sucedió en la Construcción del Templo Santa María entre los años 1881 y 1910, que es una delicia y una extraordinaria radiografía de los acontecimientos.
El compilador y los integrantes de -La Comisión de Arte Sacro- en la búsqueda de recursos para seguir manteniendo bello estético y actualizada esta construcción han publicado esta historia extraordinaria, exquisita, llena de detalles que llevan a imaginar el trabajo, realizado por la gente que intervino, la coordinación y la capacidad de líder que lograron los sacerdotes Agustín González y Francisco Velázquez, para motivar a la gente de la región a participar, a prestar sus yuntas y a realizar faenas para darle vida y forma a este extraordinario templo icono identificatorio de una población de hombres y mujeres emprendedores y negados a rendirse ante las vicisitudes.
La presentación de este texto histórico de escasas 60 páginas, perfectamente logrado, narra paso a paso los éxitos y las amarguras que vivieron tanto los albañiles y los directores de obra como los presbíteros y curas que tuvieron que ver con la edificación de este extraordinario templo, que entre otras cosas tiene sus ventanales altos todos realizados en fierro forjado y remachados, que los hacen difíciles de cambiarle los vidrios de colores vitral que los adornan.
Los comentarios acertados, precisos y que destacan la minuciosa lectura del texto tanto del maestro y licenciado Felipe Muñoz Gutiérrez, como de Raúl Rosillo Garfias, que valieron más adelante abultamiento de datos y una charla cálida al concluir el evento, que aglutino casi templo completo de asistencia, rebasando las expectativas que se había formulado la Comisión de Arte Sacro, e inclusive los comentarios en redes sociales propiciaron entender que se despertó el interés por el libro y que este queda a la venta en el templo parroquial y en cada uno de los integrantes de la Comisión.
La explicación es sencilla, lo que se recaude de la venta de este libro servirá para continuar con los trabajos de mejoramiento de la Sacristía y de algunos otros aspectos que se tienen ya vistos y que han sido objeto de alguna observación tanto por el obispo Faustino Armendáriz como por el propio párroco Javier Cabrera Reséndiz, que fue quien entregó los reconocimientos a los participantes.