La tradición impera, y los productores dicen que hay que esperar a repoblar de pastos los potreros.
Vienen tiempos buenos si el agua sigue cayendo, y esto beneficiará a todo el sector agroalimentario.
Por Raúl Rosillo Garfias.
Durante la prolongada sequía que afectó a los productores ganaderos queretanos, se estima que se ha perdido al menos un 30% del ganado en potreros y en traspatios. A pesar de los programas de apoyo establecidos por el gobierno estatal, la Federación no brindó asistencia al sector agropecuario en ninguna de sus ramas, asegura Romualdo Moreno, presidente de la Unión Ganadera Regional.
En una entrevista, Moreno destaca que en estos momentos se están entregando semillas forrajeras para que los productores que no lograron sembrar y, por lo tanto, no tendrán cosecha, puedan al menos contar con forraje suficiente para mantener el ganado restante en corrales y potreros.
Con la llegada de las lluvias, hay un renovado optimismo en el sector. A pesar de que se consideró la posibilidad de un programa de repoblamiento de los hatos ganaderos, los productores prefieren dejar descansar los potreros para que se repoblen de pastos. Esto permitirá que, más adelante, se introduzca más ganado y se obtengan resultados positivos.
Los productores entienden bien la necesidad de esperar, ya que la tradición indica que es necesario dejar descansar los potreros y las zonas de producción agrícola cada cierto tiempo para que recuperen su fertilidad. Este enfoque se basa en la práctica histórica de dividir las propiedades en pequeños potreros para rotar el ganado, permitiendo así el repoblamiento de los pastos.