Por El Hombre de Negro
Con maquillaje estridente, cabelleras enormes y una actitud sin disculpas, Poison se convirtió en uno de los grupos más emblemáticos del glam metal en los años 80. Más de tres décadas después de alcanzar la cima del éxito con himnos como Every Rose Has Its Thorn y Talk Dirty to Me, la banda sigue siendo un referente del rock fiestero, descarado y pegajoso.
Formada en 1983 en Mechanicsburg, Pennsylvania, e integrada por Bret Michaels (voz), C.C. DeVille (guitarra), Bobby Dall (bajo) y Rikki Rockett (batería), Poison saltó a la fama en 1986 con su álbum debut Look What the Cat Dragged In. Su imagen glamorosa y su sonido accesible los posicionaron rápidamente como ídolos del hair metal y favoritos de MTV.
El verdadero estrellato llegó con Open Up and Say… Ahh! (1988), que incluyó baladas románticas y potentes sencillos que dominaron los charts. La banda fue parte fundamental de la explosión glam en Sunset Strip junto a Mötley Crüe, Ratt y Cinderella.
Aunque el auge del grunge en los 90 disminuyó su popularidad, Poison nunca se detuvo del todo. Con giras regulares, discos recopilatorios y proyectos en solitario (especialmente de Bret Michaels), mantuvieron una base sólida de fans. Su reunión más importante fue durante la gira The Stadium Tour (2022) junto a Def Leppard, Mötley Crüe y Joan Jett, demostrando que el glam rock todavía tenía mucho que ofrecer.
Hoy, en 2025, la banda celebra casi 40 años de trayectoria con el anuncio de una edición conmemorativa de Flesh & Blood (1990), remasterizado y con demos inéditos. Además, Bret Michaels ha insinuado que podrían trabajar en material nuevo o al menos una gira de despedida “con el volumen al máximo y los fuegos artificiales de siempre”.
Con más de 50 millones de discos vendidos en todo el mundo, Poison sigue representando ese espíritu rebelde, colorido y energético que marcó a toda una generación. En palabras de Michaels: “No importa qué tan rápido cambie la música, siempre habrá lugar para una buena canción y una buena fiesta”.