Gracias a la labor de la doctora en Derecho Izarelly Rosillo Pantoja, habitantes de diversas comunidades del municipio de Huimilpan podrían recuperar su vida libre de los olores insoportables provenientes de una granja avícola.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) votó a favor de un amparo presentado por la abogada en defensa de los derechos humanos de quienes habitan las comunidades de Puerta de Tepozán, El Garruñal, Apapátaro, El Zorrillo, San Antonio Carranza y Colonia Nuevo Apapátaro.
“Esta es una resolución relevante porque la SCJN ha manifestado que la ausencia de una consulta libre, previa e informada en comunidades indígenas causa un daño moral”, explicó Rosillo Pantoja.
La resolución establece que el Municipio de Huimilpan deberá otorgar permisos a granjas avícolas solo cumpliendo con la consulta a las comunidades, acompañadas por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, garantizando su derecho a opinar sobre la instalación de estas industrias.
Cabe señalar que los comuneros llevan más de 10 años sufriendo los efectos de esta granja que se instaló sin su consentimiento. “Estamos sumamente cerca, a menos de 200 metros de la granja, y el olor de la gallinaza es muy fuerte, es parte de la contaminación ambiental”, describen los afectados.
Esta sentencia representa un paso importante para proteger los derechos de las comunidades indígenas y mejorar su calidad de vida frente a impactos ambientales negativos.










