*** La meta parecía complicada, pero la Sociedad, el gobierno y la IP ayudan a cumplirla: René Mejía.
*** Amealco puede volver a ser ejemplo de productividad y tendrá espejos de agua.
Por Raúl Rosillo Garfias
Amealco está llamado a ser el pulmón más cercano a la gran metrópoli, en lo que se está convirtiendo Querétaro, y esto no es producto ni de la casualidad, ni de la provocación de los seres humanos, tradicionalmente la sierra de Amealco, que está en el eje Neovolcánico, surtió de madera no sólo a esta ciudad sino también a San Juan del Río, y más atrás a Nueva York y a Francia, según los registros y los reconocimientos de la calidad de la madera que están en el la recepción presidentes de la alcaldía de este municipio.
Ahora con el gobierno de René Mejía Montoya, el asunto no es menor, se han impuesto un reto impresionante plantar al menos un millón de árboles endémicos o amigables con el medio ambiente propio de esta tierra, por lo que a la fecha y según datos de la Presidencia Municipal de René Mejía, se han logrado plantar a la fecha con una efectividad muy alta, más de 850 mil árboles, y se ha contado con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, de las empresas instaladas en Amealco, de las cooperativas que han apostado por el turismo en la zona y la meta se alcanzará.
El trabajo no ha sido sencillo, sobre todo el de la concientización de que no es el hecho de plantar árboles a diestra y siniestra, el objetivo es plantar y cuidar hasta ver garantizado el desarrollo de cada planta, para enterrar el carbono y convertirlo en oxigeno bueno… Esto lo ha hecho Amealco siempre, pero ahora es urgente retomarlo y hacerlo con proyecto de largo alcance, para detener el cambio climático y tratar de restaurar el ciclo del agua, que tanto afecta hoy a los productores y sobre todo a los temporaleros.
Amealco con sus más de 600 milímetros de precipitaciones anuales, llegó a convertirse en el granero del Estado, sobre todo gracias a las zonas cercanas del Río Lerma, pero este fue un municipio con innumerables espejos de agua, que le dieron sustentabilidad al ganado de traspatio, y a los cultivos de autoconsumo, que viven en este tiempo condiciones verdaderamente complicadas y difíciles.