*** La fiesta en Pinal de Amoles en grande, los tablados huapangueros suenan y se escuchan.
*** Las jaranas y violines desde Ahuacatlán de Guadalupe hasta Santa Agueda no dejan de sonar.
Por Raúl Rosillo Garfias.-
Pinal de Amoles se convierte en el séptimo pueblo mágico de Querétaro y en el 177 a nivel nacional luego de que Miguel Torruco Marqués, anunciara el nombramiento de 45 nuevos pueblos mágicos en todos los Estados del país, y de acuerdo con declaraciones de Adriana Vega Vazquez Mellado, este es un faro de esperanza para el turismo en Querétaro y particularmente para la Sierra gorda.
Ha dicho en reiteradas ocasiones la secretaria de turismo que la entidad no es sólo un atractivo para la inversión industrial o empresarial, sino que aquí hay cultura, tradición gastronomía, conectividad, paisajes, seguridad y sobre todo arquitectura, que hacen de los destinos queretanos todo un encanto para los paseantes y para los turistas.
Pinal de Amoles, es el segundo municipio en extensión territorial más grande del Estado después de Cadereyta, y debiera no ser sólo pueblo mágico sino municipio Mágico, ahí se inicia de manera incipiente la minería con el cinabrio de manera artesanal, y sin duda que sus innumerables y altas montañas tienen en sus entrañas y en su exterior riquezas dignas de verse y de escribiré sobre ellas… los paisajes de Pinal de Amoles, su riqueza natural, es de verdad toda una magia.
Si ya para el 2019 se tenían registros de más de 2 millones 520 mil turistas hospedados en hoteles, provocando derramas arriba de los 12 mil millones de pesos, hay que imaginar ahora con estos siete pueblos mágicos, el potencial que tiene la entidad para seguir liderando a los destinos sin playa en número de visitantes… y entonces la tarea del turismo en los municipios y en el estado, tendrá que ir al siguiente nivel…