Ejercicio, una manera de cuidar nuestro dinero.
El COVID nos ha dejado muchas enseñanzas, aún antes de salir totalmente de esta pandemia, tanto a empresas, trabajadores, familias y a nuestro propio cuerpo. Hoy debemos tener claro que conservarnos sanos es una estrategia preventiva que puede, literalmente, salvarnos la vida, pero no sólo cuando luchamos contra el coronavirus.
El ponerse como objetivo hacer ejercicio de manera habitual es una magnífica decisión, que conlleva a cosas tan positivas como el desarrollo de disciplina, salud y sensación general de bienestar. El tiempo que le dediques a ejercitarte es en sí una inversión, ya que estar sano previene enfermedades y también gastos.
El ejercicio reduce también los niveles de estrés y nos ayuda a producir endorfinas que son sustancias naturales sintetizadas por el cerebro que entre otras cosas alivian el dolor, reducen la sensación de depresión mientras que generan la de felicidad, sensación muy necesaria en el actual encierro. Para el caso del coronavirus, existe más riesgo de que una persona infectada con el virus tenga un desenlace grave si esta padece hipertensión, diabetes o simplemente se es obeso.
Una de las actividades que sin duda han cambiado durante la pandemia, es el de los lugares para hacer ejercicio. Los gimnasios sin duda también cambiarán sus modelos de negocio y con ellos nosotros los sitios y esquemas bajo los cuales practiquemos esta actividad.
- El mejor gimnasio. En igualdad de circunstancias de calidad, el mejor gimnasio será el que esté cerca de casa o del trabajo. Es importante que, a menos que de verdad sea una gran diferencia entre las instalaciones, aparatos y entrenadores, evites inscribirte en un gimnasio donde para llegar tengas que trasladarte grandes distancias generando costos considerables por la gasolina. Ahora los gimnasios y entrenadores diversificarán sus alternativas para sus clientes, dándote la opción de clases por vía de las redes sociales o Zoom, lo cual se ha consolidado como una buena opción para algunos que les ha ayudado a ser más constantes.
- CUÁL ES EL COSTO REAL DEL GIMNASIO. Compara no sólo los costos de la mensualidad, sino la inscripción o membresía en caso de que la haya, así como otros adicionales como clases particulares.
- LAS CLASES. Pregunta si las clases que se imparten en el gimnasio son gratuitas para los socios o si tienen un costo extra independientemente que estés inscrito en el gimnasio. Por supuesto siempre será preferible el que las incluya gratuitamente. También deberás preguntar ahora si dan clases online y si tiene costo extra acceder.
- ENTRENADORES. Si te interesa un entrenamiento supervisado por un profesional checa si se te asigna una asesoría personal permanente sin costo o si los entrenadores cobrarán aparte por entrenarte personalmente. Hoy hay también clases personalizadas por Zoom por si es una alternativa para ti.
- MENSUALIDADES DE ACUERDO AL HORARIO. Algunos gimnasios presenciales tienen distintas mensualidades dependiendo de los horarios y días en los que frecuentes ir. Pregunta sobre las opciones y quizá encuentres que los horarios en que puedes ir te abaratan las mensualidades.
- ALTERNATIVAS. Toma en cuenta que para hacer ejercicio no tienes que estar forzosamente en un gimnasio. Además de las clases virtuales afortunadamente también lo son de nuevo los espacios deportivos públicos o la misma calle para caminar, correr o andar en bicicleta donde sea seguro hacerlo.
Notario, Maestro en Política Pública y MBA
@AMaximilianoGP