POR: ALFREDO FLORES
Seguramente todos hemos sufrido la cuesta de enero algún año. Se trata del mes en
el que lo gastos de fiestas, regalos o viajes pagados a crédito se combinan con un
número de gastos propios de inicio de año como son refrendos, colegiaturas,
prediales y muchos otros que pueden hacer de enero un mes cuesta arriba para tus
finanzas personales y de familia.
Cuando me han preguntado sobre consejos de cómo manejar la cuesta de enero
siempre contesto que la mejor manera de manejarla no esta en enero del nuevo
año, sino en diciembre del año que despedimos, aunque implica fuerza de voluntad
y estrategia.
Una buena planeación de gastos e ingresos disponibles durante el mes de
diciembre y enero es esencial para mantenerte en control financiero al arranque
del año y quizá más allá.
Normalmente sabemos dos cosas: cuáles serán tus ingresos adicionales, si los hay,
como por ejemplo el aguinaldo y a qué gastos te enfrentarás con seguridad en
enero. Esto es suficiente para determinar cuánto puedes gastar y cuánto debes
tener disponible para afrontar los gastos de arranque en el 2021.
Pero más aún, si la planeación ya no fue lo tuyo para este 2020, un año
simplemente impredecible, entonces se te presenta una oportunidad para que no
sólo te ordenes para el primer mes del año sino para el resto de él, por lo que te
propongo algunas estrategias:
– Categoriza tu deuda. Si no sabes donde estas parado con respecto a tus
gastos que son producto del inicio de año y de deudas acumuladas durante
el mes de diciembre y anteriores, entonces es imposible que puedas tener
un plan congruente para lidiar con la cuesta de enero y el resto del año.
Empieza por poner en un papel tus deudas y categorízalas por ejemplo en
improrrogables, de una o varios pagos, con o sin intereses.
– Gastos improrrogables. Son los que por su naturaleza y consecuencias no
puedas “patear” hacia meses posteriores. En este mismo sentido, enlista
aquellos que sí puedas pagar más adelante sin que se generen mayores
consecuencias como la suspensión de servicios o acumulación de intereses.
– Identifica pagos que deban hacerse en una sola exhibición. Estos
últimos comparados con algunos que sí puedas pagar en varias exhibiciones
durante el año. Si no te alcanza para liquidar deudas de todo lo pendiente,
empieza por las que tengas que liquidar forzosamente en un solo pago.
– Deudas con interés o sin él. Analiza tus deudas en términos de cuáles te
generan intereses en caso de no pagarlas y cuáles no. Dentro de las que te
generan intereses distingue entre las que tienen interés mas alto y de ahí
para abajo. Será siempre aconsejable pagar aquellas que te puedan causar
más intereses. Si tienes alguna promoción de meses sin intereses es claro
que, salvo que tengas la posibilidad de liquidarla junto con las otras deudas,
no es indispensable deshacerte de esa deuda, sino mas bien programar bien
tus pagos en el futuro.
– Endeudarse para pagar. Aunque no es recomendable hay quienes lo hacen
por necesidad, ya sea empeñando o pidiendo prestado. Si ese fuera el caso
es fundamental que no te vaya a salir “más caro el caldo que las albóndigas”
y que el nuevo crédito que estés adquiriendo te imponga mayores cargas de
intereses que ese que estas liquidando, o te obligue a dar garantías
prendarias o incluso sobre tu propia casa, mismas que no tenías en la deuda
que estas liquidando.
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