Bitácora 641
Escribe Arturo Maximiliano García
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en el mundo, afectando la salud, la
productividad y eventualmente costándole la vida a muchos. La importancia de estar atentos a esta
enfermedad llevó a que, en 2007, la ONU declarara oficialmente el 14 de noviembre como día El Día
Mundial de la Diabetes.
El problema de salud que esta enfermedad implica a nivel mundial es gravísimo. Se calcula que una de cada
once personas en el mundo padece de este mal, es decir más de 440 millones, de los cuales 12 millones son
mexicanos, causando, de acuerdo con estadísticas, la muerte a más de 80 mil personas anualmente.
La diabetes representa además de un reto de salud, un lastre en las finanzas públicas de nuestro país y sus
instituciones de seguridad social, así como una pesada carga económica para quienes la padecen. Según la
Secretaría de Salud, el costo al año de atención a la diabetes es de 613 millones de dólares y tiene un costo
promedio de 707 dólares anuales para quienes padecen esta enfermedad.
En lo físico, la diabetes puede provocar amputaciones, insuficiencia renal, ataques cardiacos, ceguera y
accidentes cerebrovasculares, entre otros problemas de salud que merman nuestras capacidades físicas y
productividad.
Los diabéticos son ahora principales víctimas mortales de la diabetes, población de alto riesgo en la pandemia
del COVID 19.
Al margen de la genética, la mejor es la prevención:
– No al cigarro. Debes saber que fumar no sólo afecta los pulmones, sino que también aumenta las
probabilidades de sufrir un descontrol en los niveles de azúcar en la sangre, característica de la diabetes, por
lo que dejar de fumar es una manera de prevenir.
– Ejercítate. Hay muchas razonas positivas por las que es aconsejable hacer ejercicio, muchas de ellas de
salud, una de ellas es que te puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, mientras que también
contribuye a evitar el sobrepeso cuando lo acompañas de una dieta sana. Se recomienda por lo menos 30
minutos de ejercicio al día. Recuerda que no es necesario estar inscrito a un gimnasio para poder hacer
ejercicio, pudiendo consistir tu actividad física en caminar o correr en espacios públicos.
– Dieta. Si bien la actividad física es básica, también lo es llevar una alimentación adecuada evitando
principalmente la azúcar refinada. Esta situación ha ocasionado incluso una fuerte campaña en contra del
consumo de productos como refrescos, a los que incluso se les han cargado impuestos cada vez más altos para
desincentivar su consumo. Recuerda que los honorarios de los nutriólogos son deducibles de impuestos.
– Obesidad el enemigo. Si eres una persona obesa o con sobrepeso, tienes una gran probabilidad de
desarrollar enfermedades como la diabetes además de otras como las del corazón, por lo que bajar de peso
puede ayudar a disminuir el riesgo de tener estas enfermedades. Perder algunos kilos puede implicar llevar
una dieta balanceada, por lo que es muy recomendable consultar a un nutriólogo, ya que ponerse a dieta no
necesariamente significa dejar de comer sino hacerlo correctamente.
– Has caso al nuevo etiquetado frontal. Las nuevas advertencias al frente de alimentos y bebidas no
alcohólicas nos sirve como elemento para no abusar en el consumo y proporciones de ciertos alimentos.
– Revísate y sigue los consejos médicos. Aunque no lo creas muchas personas que tienen diabetes o
prediabetes no lo saben, por lo mismo es importante hacerte un chequeo una vez al año. Sí ya fuiste
diagnosticado es necesario que tengas disciplina en el tratamiento que te prescriben los doctores.