Que activo más importante que nuestro cuerpo
Por Arturo Maximiliano García
¿Has pensado cuántas veces llevas a revisión tu coche, porque le toca servicio o por alguna falla ocasional? ¿Qué tan cuidadoso eres de que los aparatos de tu casa funcionen en las mejores condiciones? Me parece que la respuesta a las preguntas anteriores es que esto nos ocupa frecuentemente.
A veces pareciera una contradicción que nos preocupemos tanto por nuestro patrimonio material, pero no por nuestro más grande patrimonio personal que es nuestro cuerpo y mente. Si lo ponemos en términos económicos, sin su correcto funcionamiento, nuestra capacidad de producir es menor cuando estamos enfermos, lo que se traduce en pérdida de dinero.
Evidentemente no está mal cuidar nuestras posesiones materiales, ya que esto ayuda a conservar su valor, en el entendido que estos activos forman parte de nuestro patrimonio, pero debe haber un balance entre cuidar lo material y cuidar nuestra salud, ya que pareciera que al no costarnos nada haber obtenido nuestro cuerpo, es por lo tanto algo que no contabilizamos como nuestro activo.
El hecho es que para cuidar nuestras finanzas personales debemos cuidar nuestro cuerpo y su salud.
A continuación algunas sugerencias:
– TEN UN ESTILO SALUDABLE DE VIDA. Lo más eficiente para tu bolsillo con respecto a una enfermedad es nunca tenerla. Tener un estilo sano de vida, tanto en tu alimentación, mantenerte en tu peso y tener el hábito de ejercitarte con frecuencia reduce el riesgo de desarrollar enfermedades. Es la mejor medicina preventiva que puedes darte a ti mismo.
– INFÓRMATE BIEN. Hoy en día la tentación de autodiagnosticarnos se ve aún más favorecida por un arma de doble filo, el internet. Si vas a usar la red u otro medio de información, trata de usarlo sólo como guía pero con sus reservas ya que hay muchas páginas que no tienen la seriedad requerida. Siempre será mejor consultar a un doctor.
– SELECCIONAR TU DOCTOR. En caso de enfermedad, además de tomar un tiempo para escuchar algunas recomendaciones, toma en cuenta que si en alguna ciencia existe especializaciones es en la medicina. La recomendación es primero ir con un médico general y luego una vez diagnosticado el padecimiento ir con un especialista.
– VUELVETE UN EXPERTO EN TU ENFERMEDAD. Por menor que sea tu molestia, por más rápido que sea la cura pero más aún cuando es algo delicado, es recomendable que conozcas a fondo todos los aspectos de tu enfermedad, cómo cuidarla para no recaer o cómo administrarla cuando se trate de enfermedades crónicas como por ejemplo la diabetes.
– TRAMIENTOS ALTERNATIVOS. Es cierto que hoy en día muchas personas optan por tratamientos alternativos a la medicina tradicional, sin embargo y reconociendo lo valioso que es contar con otras posibilidades incluso menos invasivas o costosas es necesario poner la línea entre tratamiento alternativo y charlatanería. Si te enganchan en esta última estarás desperdiciando tu dinero esperanzado en un milagro que no llegará.
– DENUNCIA EN SU CASO. Si al tratarte una enfermedad eres víctima de fraude, charlatanería o de alguna mala práctica médica, denuncia como una acción natural por el daño que en lo personal te hace, pero también como un tema de responsabilidad social para que estas personas no sigan engañando a los demás o haciendo mal uso de su título profesional cuando se trata de un doctor.