CRÉDITOS FACILES, PIENSALO DOS VECES
Por Arturo Maximiliano García.
Cuando se nos atora la carreta o tenemos a la vista una buena oportunidad de inversión pero no tenemos dinero disponible, quizá nuestra única opción sea solicitar un crédito, lo cual es válido y hasta inteligente si sabemos adquirir y llevar nuestra deuda con responsabilidad y manejo inteligente.
Sin embargo no todos somos sujetos de crédito por diversas razones. A veces tenemos un historial crediticio de incumplimientos pasados o simplemente no tenemos historial alguno, es decir que nunca hemos contratado algún préstamo, compra a plazo, tenido tarjeta de crédito o algún servicio en el que hayamos tenido un compromiso de pagos periódicos y obligatorios.
Así, cuando no cualquier institución de crédito nos quiere prestar dinero, empezamos a buscar quién sí y ahí es donde podemos cometer un grave error y ser estafados por defraudadores que tienen como víctimas naturales precisamente a personas que necesitan dinero y no se les está facilitando conseguirlo.
De acuerdo con la CONDUSEF los estafadores utilizan varias estrategias para engañarte, como hacerse pasar por ejecutivos de una institución financiera ofreciéndote créditos prácticamente sin requisitos. Para lo anterior suelen dar datos reales de las instituciones que supuestamente representan, a la vez que te solicitan información que pudiera hacer parecer serio su oferta.
Por lo anterior y tomando como base la opinión de CONDUSEF te reitero los siguientes consejos:
– No hagas depósitos. Es común que en estas estafas te pidan dinero por concepto de trámites o comisiones cuyo costo debes cubrir antes de que te liberen el crédito que estás solicitando. Lo más seguro es que no vuelvas a oír de ellos ni de tu dinero. Desconfía siempre de cualquier “institución” que te pida algo por adelantado.
– Revisa que exista la institución. Hay varias maneras de cerciorarse de que quien te ofrece un crédito exista, pero una de las más fáciles es marcar a los teléfonos que te proporcionaron y visitar la dirección donde se supone tienen sus oficinas, eso te dará otro elemento de certidumbre o de claridad de que se trata de un fraude.
– Institución autorizada. Otra forma de ver si la entidad que te ofrece el crédito existe y es seria es revisar si está registrada ante la CONDUSEF y si está autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Ambas revisiones las puedes hacer por internet o en las delegaciones de la CONDUSEF.
– Cuidado con tu información. En ocasiones quienes preparan algún tipo de fraude haciéndose pasar por instituciones de crédito pueden estar planeando utilizar la información que les des para hacer trámites que te metan en problemas. No entregues información hasta no estar seguro de que es una institución real y autorizada.
– Revisa tu reporte de crédito. Antes de que te des por vencido de intentar un crédito con un banco o una institución conocida por el público en general y de buena reputación, revisa tu reporte de crédito emitido entre otros por el Buró de Crédito. Es posible que la razón por la que te estén negando el crédito sea una anotación en el reporte que sea errónea y puedas corregirla haciendo un trámite sencillo, o que esa mancha en tu pasado no sea grave y sea fácil de ponerte al corriente.