Por: Mariana Canseco
Orgullosos de sus raíces, miles de concheros de varios estados de la República danzaron al ritmo de los tambores por las calles del Centro Histórico, esto con motivo de las celebraciones de la Santísima Cruz de los Milagros.
Como todos los años estas familias salieron a danzar, luciendo su atuendo de miles de pesos; las mujeres vistieron con huipil y enagüilla; cargaron sonajas, cascabeles, hueseras; y portaron un penacho como símbolo de la conexión con el sol.
Mientras los hombres vistieron taparrabos o maxtle, un pectoral, rodilleras, brazaletes, escudo, capa, faja, penacho para conectarse con el cielo, sonajas y algunos usaron máscaras para ocultar su identidad, pues para ellos lo importante es honrar a la Santísima Cruz, no presumir sus rostros.
Este espectáculo lo disfrutaron miles de familias, quienes año con año recorren Zaragoza, Juárez, 16 de Septiembre, Corregidora e Independencia, siguiendo la trayectoria de las y los danzantes, quienes por cierto son de todas las edades; hay desde infantes hasta personas de la tercera edad.
Esta tradición también contribuyó a que los comerciantes de la zona reactivaran su economía, pues los espectadores disfrutaron de algún antojito mientras contemplaban las danzas; no pudieron faltar los elotes, pambazos, flautas, dulces de camote, buñuelos, entre otros antojitos mexicanos.
Cabe mencionar que esta celebración se realiza cada año del 12 al 15 de septiembre, permitiendo que los pueblos originarios se apoderen de la calle, esto para que sus tradiciones prevalezcan de generación en generación.