Según datos de la Secretaría de Economía (Data México), Querétaro exportó hasta enero de 2025 cerca de 44,446 millones de dólares e importó 49,004 millones, lo que refleja una balanza comercial deficitaria. Esto se explica porque el estado produce una gran variedad de bienes tanto para consumo interno como para exportación.
Al cierre de 2024, las exportaciones crecieron 5.62% respecto a 2023, alcanzando 17,657 millones de dólares. Los productos con mayor valor de exportación fueron:
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Partes y accesorios de vehículos automotores: 5,038 millones de dólares
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Turbojets, turbopropulsores y otras turbinas de gas: 1,616 millones
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Aparatos de refrigeración y congelación: 1,011 millones
Ahora, el impuesto que Estados Unidos pretende aplicar a vehículos pesados a partir del 1 de noviembre podría afectar gravemente las exportaciones mexicanas y, en particular, la economía de Querétaro.
En el estado hay 1’216,822 personas económicamente activas, de las cuales más del 45% están vinculadas a la manufactura. La producción de vehículos pesados ha venido cayendo en los últimos meses, con una contracción de 31.62% entre enero y agosto de 2025 respecto al mismo periodo de 2024, según el Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Pesados (RAIAVP). La mayor parte de estos vehículos (97%) son de carga, mientras que menos del 3% son de pasajeros.
El arancel estadounidense representa un golpe directo al sector, que es un indicador clave de la actividad económica y uno de los que más empleo genera en Querétaro. Esta medida podría profundizar la caída de producción y afectar a todos los sectores vinculados al transporte de carga.
El mensaje es claro: se avecinan tiempos complicados para la economía queretana, y la industria automotriz, núcleo de la actividad económica local, podría enfrentar un duro impacto.
La reflexión final del autor es una invitación a estar atentos y preparados, y deja abierta la pregunta a los lectores: ¿cómo afrontar este reto económico?
