Bitácora 687.-
Por Jerónimo Gurrola Grave
Dirigente Estatal del Movimiento Antorchista de Querétaro.
Muy triste resulta el estudio, “Niños, Niñas y Adolescentes Reclutados por la Delincuencia Organizada” realizado por la Asociación sin fines de lucro, “Reinserta Un Mexicano” dada a conocer recientemente por los medios nacionales. El trabajo revela que más de 30 mil niñas y niños han sido reclutados por el crimen organizado, algunos de ellos recibiendo pagos hasta por 35 mil pesos mensuales.
Según este estudio basado en testimonios de niños y adolescentes de entre 9 y 11 años en internamientos de Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Estado de México, Guerrero, Quintana Roo y Oaxaca, esos 30 mil menores participan como espías, combatientes, cocineros, mensajeros del narcotráfico y asesinos, motivados por la falta de apego, desintegración familiar e impunidad, además de la falta de intervención de los gobiernos, con la complicidad de policías y militares.
Entre los testimonios recabados destacan el de Iker, un niño de 14 años reclutado en la sierra de Coahuila para recibir entrenamiento militar, siendo un año después, el encargado de colocar narcomantas y secuestrar gente, con un sueldo de entre 15 y 20 mil pesos al mes. A corta edad cometió su primer asesinato, y a partir de allí participó en la muerte de varios rivales hasta ser aprehendido por las autoridades. Ante Reinserta, confesó que al quedar en libertad quisiera hacer lo mismo “por dinero y por placer”.
Mauricio, otro adolescente originario de Coahuila comenta que el Cártel del Noreste le asignó personas para que lo entrenaran en la sierra de Sabinas, donde conoció a otros jóvenes reclutados en el Estado de México, Ciudad de México y Nuevo León. Cuando se involucró en el mundo del crimen, “matar personas era como matar animales”. “Les hacíamos cosas que ni se imaginan, no era sólo meterles un balazo; si no nos decían lo que preguntábamos les volábamos un pie y luego el otro…”
Mauricio pronto se convirtió en comandante y estuvo a cargo de tres patrullas con ocho sicarios cada una. Cuando lo detuvieron, se enteró que su hermano también había sido reclutado y lo habían asesinado al poco tiempo en un enfrentamiento. Los grupos criminales tienen la dinámica de reclutar y entrenar a menores de edad porque no hay políticas públicas que detengan el fenómeno, revela el estudio.
Saskia Niño de River, presidenta de Reinserta, advirtió falta de cifras oficiales del tema, porque no existen registros en las cárceles mexicanas de menores de edad detenidos por delincuencia organizada, sino que están presos de forma oficial por otros crímenes, como delitos contra la salud y según su investigación, hay más de 20 mil casos de homicidios dolosos y 7 mil desapariciones de niños reclutados por la delincuencia organizada en los últimos 20 años. De acuerdo con estimación hecha también por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) hay entre 145 mil y 250 mil niños, niñas y adolescentes están en riesgo de ser reclutados o utilizados por grupos delictivos en el país en labores de halconeo, sicarios y secuestros.
Pero esto no es nuevo, en 2013, el organismo Cauce Ciudadano A.C., señalaba que aproximadamente 75 mil menores de edad estaban integrados a grupos de delincuencia organizada y participan en esas actividades, como se vivió en los años 90 en Colombia, cuando arreciaba la guerra del Estado contra el crimen organizado; la mayoría, 25 mil estaban integrados al Cartel de Sinaloa, 17 mil con Los Zetas, 7 mil 500 en las filas de La Familia Michoacana y el resto se distribuyen en otros carteles.
Y mientras en el país los niños y niñas están entrenándose en la sierra con armas, presos de la delincuencia organizada, los gobiernos incluido el infausto gobierno actual, autollamado de la 4T, se han negado a ver y atender el problema, exacerbado en la pandemia por la deserción escolar de más de 5 millones de menores edad, más allá del tronante “llueva, truene o relampaguee habrá clases presenciales”, dicho para quedar bien, antes de las pasadas elecciones.
@jgurrolag1