*** Nuevamente esta elevación que ha sido tan agredida muestra su capacidad de revivir.
*** Es tan energético que sigue recibiendo cada vez a más caminantes, corredores y ciclistas.
Por Raúl Rosillo Garfias.-
La regeneración de una elevación icónica como el Cerro de la Venta, se está dando de manera natural y con una impresionante y extraordinaria muestra de la capacidad que tiene la naturaleza de responder a las agresiones del hombre… prácticamente en cada garambullo que se calcinó, está naciendo uno nuevo que ya tiene entre los 25 y los 30 centímetros de alto, claro el fruto de estas plantas que es alimento más para las aves que para los humanos, tardará otros 10 o más años en verse…
Las plantas han reverdecido, a pesar de la escasa lluvia que se dio en este año y que ha afectado y ha puesto la queda en lo más alto de los productores del campo… El cerro de la Venta y otras elevaciones, han estado generado nueva flora natural y algunas aves migratorias han estado dejando ahí su huella , según lo dicen estudiosos como Juan Manuel Basurto que comentó las publicaciones de aves que ha hecho Bitácora hace algunos días.
De verdad que tenemos que maravillarnos, de la capacidad de la naturaleza para regenerarse, pero rehacerse, nunca para la naturaleza hay prisa, siempre el espacio, siempre la buena energía de estos lugares, produce que vuelvan los cactus, las aves, las zorras, los reptiles, que empiezan a aparecer de manera incipiente, aves que tenían ahí sus santuarios, como los halcones cola roja, algunas aguilillas, los cuervos y los zopilotes, que inclusive hoy puede descubrirse que hasta en las altas torres de alta tensión de la CFE hacen sus nidos para procrear.
El tema es amplio, al Cerro de la Venta al que hemos propuesto que se convierta en una zona protegida, suben diariamente cientos de personas que hacen ejercicio, otros que hacen bicicleta de montaña, algunos reisers también ya han empezado a subirlo, otros malandros han llegado a quedarse allá en la cima bebiendo y trasnochándose… Algunos ciclistas han hecho nuevas rutas… pero no le aportan nada al cerro… más que sus caminos que en caso de incendio pudieran actuar como rutas cortafuego.
Es urgente un trabajo determinado, en donde alguien convoque a los ciclistas, a los senderistas, a los hombres que hacen ejercicio, y que entre todos tuvieran la osadía de rescatar al cerro… no pide mucho… tal vez un trabajo de terrazas, un esfuerzo de reforestación, inclusive con los propios garambullos que algunos que no tienen conciencia machetean, y que al cicatrizarse, pueden volverse a plantar… el cerro grita que requiere ser atendido… sigue siendo un lugar de una belleza superior a lo que todo mundo imagina… es una elevación que a muchos les ha servido de terapia, de refugio, de consuelo, de alivio a sus dolores e inclusive de escape… ojalá las autoridades lo vean y lo entiendan…