Por: Mariana Canseco
Aloín González Rivera, mujer trans de 34 años de edad, pidió el apoyo de los medios de comunicación para difundir su experiencia, con la intención de motivar a las personas que sufren de violencia a que denuncien a sus agresores ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Quiero decirle a las chicas que no se dejen humillar en los trabajos, no somos cosas para estar permitiendo y aguantando desplantes, abusos y violaciones. Que no se queden calladas y vayan a denunciar”, precisó.
Dicho lo anterior, relató que el pasado sábado fue presuntamente agredida física y sexualmente por quien era su compañero de trabajo en un restaurante ubicado en el andador Mariano Matamoros, en el Centro Histórico de Querétaro.
La que dice ser víctima señaló que el supuesto agresor, que trabaja en la cocina, la golpeó en repetidas ocasiones, la manoseó y la hirió superficialmente con un cuchillo, esto luego de haberla acosado verbalmente durante semanas.
“Me rasguñó con el cuchillo y me dio mucho miedo, fue muy feo. Ya de por sí me acosaba él, me decía que fuéramos a su casa, que estaba muy rica y cuando lo veía me agarraba la mano pero a mí me daba miedo y lo ignoraba”, detalló.
Siguió contando que aquel día mientras estaban en la bodega el supuesto agresor comenzó a mostrarle su parte íntima y a amenazarla con que si no cedía a sus demandas sexuales, entonces le enterraría el cuchillo.
Luego de lo sucedido, Aloín interpuso una denuncia ante la FGE, donde se le realizó una valoración médica por las lesiones que presentaba. Esta situación no solo la dañó psicológicamente, sino que también la orilló a dejar su trabajo, quedándose sin ingresos.
Sin embargo, aseguró que no se arrepiente de haber alzado la voz y haber ido a denunciar a su presunto agresor, pues consideró que ninguna persona merece recibir abuso de ningún tipo, sin importar su género y preferencias.